LA RENOVACION DE LA DIRIGENCIA. CANACINTRA DELEGACION OAXACA

  • Jorge E. Franco Jiménez

La sucesión en Canacintra Oaxaca, se ha complicado más allá de los parámetros normales de la competencia por la dirección de esa organización especializada empresarial, lo que pone a flote la cuestión del poder que conlleva la representación de ese organismo, que se implanta en la zona de lo político y de la contaminación que de ello deriva y la daña, como ha sucedido en otras agrupaciones similares en el Estado de Oaxaca, combinada con las acciones que sobrepasan el contorno institucional de solución de las controversias que se dan en el proceso de renovación directiva mediante el voto de sus asociados, ubicándose en los problemas de los aprietos de la democracia participativa, en condiciones de desigualdad e inequidad, lo que tuvo como corolario que la representación nacional de esa organización, suspenda la elección, conmine a los miembros de la Delegación Oaxaca a la concertación que permita una elección equilibrada, como resultado de un proceso justo y legítimo, dada la trayectoria pública gremial que venía desplegando, con seriedad y aceptación de sus miembros frente a la sociedad, que ahora se ve deteriorada, con la fractura a su interior, como réplica de lo que sucede en los partidos políticos e incluso en los poderes de los niveles de gobierno del Estado.

Este contexto de insatisfacciones, se ha venido presentando en todas las aéreas de la actividad humana vinculada por intereses, objetivos y finalidades comunes que, en la vida de relación requiere que se rija por un conjunto de reglas consensuadas, generales y obligatorias, que auspicien mantenerla en un perímetro de respeto recíproco, de igualdad, de libertad en sus diversas manifestaciones, paz, seguridad, democracia, representatividad y justicia, que contemple herramientas de solución de conflictos que mantenga la vigencia de esos postulados; sin embargo, en la actualidad estos principios, se han degradado por la inconformidad irracional e intolerante, mantenida e impulsada, por motivos ajenos a los mismos, como la ambición económica, gremial y en general de poder, que se utiliza para imponer decisiones de las facciones que representan esos extremos, a las instituciones, a la sociedad y al interior de las organizaciones privadas o públicas de diversa naturaleza en sus procesos de cambio de dirigencias, lo que ha permeado a todo ente que aglutina sectores de influencia, en lo público y privado que, como secuela, ha desnaturalizado los objetivos y finalidades que tienen fijados en su régimen interior. Este fenómeno se ha diseminado en los espacios político, social y económico, partidos, sindicatos, asociaciones varias, transportistas taxistas, magisterio, etc.

Este contexto ha sido paralelo a la transformación política del país acentuado en Oaxaca, debido a que, por un largo periodo de tiempo, el Estado, el  Pueblo de México y sus estructuras sociales, se rigieron por el sistema de la instrucción o voluntad del fiel de la balanza en todos los niveles, no había una oposición distintiva y la que se presentaba era rápidamente reprimida o convencida en ese sistema que algún famoso escritor, denominó “la Democracia Dirigida” o la “dictadura perfecta”; como se interpreten estas expresiones, mostraban con objetividad una realidad, la transformación pactada o no de esa hegemonía a la pluralidad y apertura, cambió las reglas de la renovación y la falta del eje que representaba el fiel de la balanza, desequilibró ese orden vertical, por lo que se pasó de ese sistema a uno horizontal, en lo que tenía que ver, entre otras cuestiones, con la renovación de dirigencias, por la vía de la elección democrática y representativa, con las complicaciones que generan las contradicciones que derivaron de este cambio de esquema, ha sido la fuente de esas disputas que atentan contra las prácticas democráticas.

Me refiero a estos sucesos, por la situación que se ha presentado en el proceso de elección de dirigencia en la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, Delegación Oaxaca, el día diez del actual en que debía tener lugar ese evento, que abruptamente fue suspendido, porque de acuerdo a la información difundida, no se ajustaba a la normatividad específica que rige ese procedimiento relacionado con el derecho a la participación para votar y ser votado, amén de que la elección propiamente era un acto formal, porque no existía contienda electoral, al tratarse de un solo aspirante aceptado, lo que en sí, propicia pensar que, similar a los candidatos de unidad en lo político, se trataba de una designación, dadas las condiciones en que se presentó la situación de conflicto en ese momento.

Las reacciones, aclaraciones y propuestas, respecto de lo sucedido, se ajusta a las prácticas de esa descomposición a que me he referido, el desborde de la inconformidad y la intolerancia, en el ejercicio del poder de cualquier naturaleza, traducido en la cerrazón, contraria a la participación de los agremiados, a su derecho a competir en igualdad de oportunidades  y al respeto a la decisión democrática que representa el voto mayoritario. Un comunicado de los ex presidentes de la Delegación Oaxaca de la Canacintra, dimensiona la afectación de los principios que postula, cuando señalan: “Dichos acontecimientos acaecidos con motivo del cambio de Mesa Directiva demeritan a nuestra Cámara Empresarial, puesto que parecen actitudes de intolerancia y falta de civilidad adoptadas tanto por quienes aspiran a representarnos como por los aun dirigentes...Vislumbramos con desconsuelo que la ambición personal individual o de grupo le ganando terreno al espíritu de servicio con que debiera manejarse esta Cámara. La historia de la CANACINTRA en Oaxaca se fundamenta en sus más de sesenta años defendiendo, cuidando y tutelando el interés del industrial, desviarse de este objetivo sería de consecuencias lamentables para la planta productiva estatal y para el desarrollo económico en general”.

La preocupación que muestra este desplegado, evidencia la gravedad del problema que  se agudiza con otro, que hace referencia a un dictamen de la dirigencia nacional y que calza la firma del Secretario Nacional Lic. José Antonio Centeno Reyes, del que resaltan una serie de argumentos que justifican que en esta situación específica, no se observaron los estatutos, para excluir aspirantes, ni se probaron los motivos de incumplimiento de los mismos, por lo cual se calificó a la convocatoria lanzada por la dirigencia local como inequitativa.

Ojalá que esta controversia no se prolongue, ni fracture a Canacintra Oaxaca, como organismo especializado y de servicio que es; que la dirigencia estatal, aspirantes a dirigirla y agremiados, se reencausen en el sendero de la apertura y la participación, evitando la manipulación externa interesada e impriman a este proceso de renovación, el sentido democrático plural y de competencia  que recomienda la dirigencia nacional y los ex Presidentes, dando ejemplo de racionalidad para otras organizaciones que, en bajo ese diseño, han dañado profundamente a los oaxaqueños.
                                                                                  
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