¡Que conste.. son reflexiones!
- Sócrates A. Campos Lemus
“LAS LEALTADES Y LAS INSURRECCIONES EMPIEZAN EN LOS ESTÓMAGOS” DICHO POPULAR.
NO SON POCOS LOS OLIGARCAS QUE SOSTIENEN QUE LAS CRÍTICAS QUE SE GENERAN EN EL PAÍS SON PARA “DESESTABILIZAR Y DESPRESTIGIAR AL GOBIERNO DE PEÑA NIETO”, la realidad es que no hay nada de eso, entendemos que las violentas confrontaciones que se generan entre los grupos de la oligarquía nacional en el pleito de los puestos y de los presupuestos, no son fáciles ni tersas, se dan con todo y se violentan más.
Hace algunos años, comentando con el General Marcelino García Barragán, este, de pronto, cambiando los temas, me dijo: “Mira, la verdad es que todos los conflictos en el 68 y la violencia desatada, se generaron en “la banca”. Sin más, le repliqué que estaba fuera de visión y de realidad, sin embargo me dijo: “No seas tonto, no hablo de la banca de los banqueros, ellos, solamente se preocupan cuando no ganan o roban lo suficiente a todos. La banca a la que me refiero es a esos “desempleados” que, en la política, se encuentran en “la banca”, y que son los que, nada más, están viendo como chingan”… y bueno, tenía algo de razón, nada más comenzó el gobierno de Luis Echeverría a repartir “huesos” y todos y como los perritos con hueso, ni ladraron ni mordieron…. Calladitos, dejando hacer y chingar a los dueños del poder para que se continuara con la policía de utilizar los bienes y recursos públicos para hacer los negocios privados, de tal suerte que, por ejemplo, preguntando a uno de los líderes empresariales de Nuevo León, en Monterrey, las razones por las que siempre se encontraban confrontados con Echeverría, este, me dijo, más o menos: “No, todo eran discusiones y confrontaciones de palabra, jamás llegamos a los hechos. Él, el presidente, jamás se metió a controlarnos en los negocios y ganancias y así, mientras, nos podía mentar la madre, pero no nos tocaba en donde nos duele a los empresarios: los bolsillos. Es más, te puedo decir que, durante su gobierno, ganamos mucho más dinero que en otros”…
Mientras los oligarcas y los políticos que les sirven se golpean y discuten, la realidad nos aplasta, nos golpea, nos destruye y por esa razón, no podemos dejar a un lado el pensar en los DOS MILLONES DE JORNALEROS que van de campo en campo y de estado en estado, sufriendo las de caín y siendo explotados y marginados por los enganchadores y por los dueños de los predios agrícolas, sobre todo, los que producen productos de exportación en frutas y legumbres. De esos dos millones que migran de los diez estados de mayor pobreza en el país, el 60% son indígenas y más de medio millón son jóvenes menores de edad y sufren jornadas de 57 horas para los hombres y de 65 horas para las mujeres. Así es cómo se logran los grandes negocios y las inmensas utilidades de los grupos que controlan las tierras, alquilando o comprándolas, y así es cómo se eluden los derechos más elementales para este grupo de jornaleros que, en la época actual, siguen siendo tratados como esclavos y sufriendo hambre, desempleo, marginación, analfabetismo, insalubridad y la falta de habitación digna para ellos y sus familias que les acompañan en esos peregrinares.
Mientras los oligarcas del país nos siguen hablando de la modernidad, efectivamente, en esos campos agrícolas, se utilizan las mejores técnicas e insumos para la exportación de sus productos y se gana mucho dinero en la comercialización de los mismos que han sido mal pagados a los productores reales y a los que se joden, todos los día s, por horas, en condiciones del clima terribles y de trato totalmente inhumano. Eso sí, en los grandes supermercados y tiendas gourmet, vemos esos productos de alta calidad a precios inalcanzables para la población y que se consumen por una minoría que son los que tienen las posibilidades del alto consumo suntuario en el mundo, esos productos que dejan muchas ganancias, están envueltos en el dolor, la pena, la explotación, la marginación, la desesperanza de más de dos millones de jornaleros agrícolas, los más pobres entre los pobres venidos de los diez estados más pobres, y que agrupan al sesenta por ciento de indígenas que son explotados y mal tratados en la época de la modernidad, cuando los bienes nacionales se han vendido y los recursos nacionales, ahora, son explotados por los extranjeros que nos siguen dando el trato inhumano e indigno como el que vemos con esos jornaleros, nuestros hermanos que mueren día a día en los campos agrícolas, para que unos pocos ganen mucho y otros pocos consuman productos de alta calidad rociados con el sudor y lágrimas de millones de desesperados jornaleros agrícolas en el país.