Corrupción. Legitimación y democracia. Sistema federal mexicano

  • Jorge E. Franco Jiménez

Las políticas públicas y los políticos que intervienen en su conformación como gobierno a través de los institutos y corrientes que operan en nuestro país y en los estados enfrentan un entorno de rechazo generalizado derivado de la incontrolable corrupción que permea en todos niveles de gobierno, gobernadores, diputados y candidatos que ponen a flote la palpable presencia de una profunda crisis, no en sí del sistema republicano representativo, democrático y federal, sino en sus representantes, tanto de los que se eligen por medio del voto, expresión de la voluntad del pueblo, como de los nombrados como colaboradores de aquellos. 

La acción de los gobernantes refleja que, los tres niveles de gobierno, han sido manejados como instrumento escalafonario monopolizado por la fuerza de los intereses grupales sectarios que se mueven al interior de las tendencias políticas mayoritarias y de sus satélites de manera tal que la conformación de los gobiernos y su estructura responde a ello, haciendo a un lado los objetivos nacionales y regionales, pues se cubren con una máscara las actividades institucionales y se deforman en su aplicación en perjuicio de una sociedad que, por ello le ha perdido la confianza en la política y en los políticos, por estimar que han extraviado el mandato conferido por el pueblo.

El Sistema Federal Mexicano padece el cáncer de la corrupción generalizada que muestra de manera objetiva el aspecto negativo ya forma parte de todo ese engranaje que trascendió a los presidentes municipales y sus cuerpos de seguridad al ponerlos al servicio de la delincuencia organizada; en los estados aflora en las administraciones sexenales y el manejo de los fondos públicos; el de Oaxaca, se asegura, que está pendiente de turno, en las investigaciones vinculadas a la que precedió al actual gobierno; la federación no escapa a esas prácticas ligadas los negocios y ejercicio irregular del poder. 

La operación del Sistema Federal en México ha avanzado, pero en sentido negativo que impulsa el quehacer de gobierno de cualquier color y aun de los que provienen de candidaturas independientes, en ese sentido, pues no escapan a la epidemia de la corrupción y el enriquecimiento. Para algunos expertos la problemática socio política que campea en este viciado entorno, forma parte de una estrategia que por un lado distrae, ocupa y preocupa a la población; por el otro la autoridad lo administra, controla o agudiza según lo exigen las condiciones de la praxis dañina del poder, por ello hemos transitado en paralelo con los disturbios y la corrupción, como lo hemos vivido en Oaxaca. 

La legitimación es un concepto que esta liado al de lo que se entiende por democracia. La primera señala el diccionario Universal de Términos Parlamentarios “denota título de poder, es un adjetivo para calificar lo que es conforme a las leyes y lo que es cierto, genuino y verdadero en cualquier línea.” “Democracia palabra que deriva del griego: demos, pueblo, kratos, poder, autoridad.” 

Esos conceptos vinculados, agrega el diccionario conllevan a un sistema de gobierno en  el que: “…las decisiones “surgen” de un proceso de debate, en el cual el poder se ha distribuido de manera suficiente uniforme y amplia, como para que ningún grupo o sección única dentro de la forma de gobierno, pueda continuamente y sin peligro ejercer un poder hegemónico, y en el cual cada individuo esté suficientemente protegido de un control externo arbitrario, por organismos privados o gubernamentales como para poder participar con libertad en el debate y utilizar sin temor los recursos políticos que controla.” 

Como se ve estos lineamientos sobre la legitimación y democracia, fortalezas del sistema Federal Mexicano en sus tres niveles de gobierno debiera traducirse en “…la justificación inmanente del Poder del Estado por el pueblo…” que equivale a que los hombres que lo representan como gobierno no se desaparten de la observancia del orden Constitucional y legal que rige el ejercicio de las atribuciones encomendadas en beneficio de intereses hegemónicos. 

Los hechos muestran que, si bien ya no existe el poder hegemónico en manos de un partido y un presidente de la república, con sus derivaciones en los estados y municipios, transitamos con la alternancia en el ejercicio del poder al de las facciones de partido o de intereses ajenos los principios democráticos descritos que pasan sobre los intereses del pueblo. 

La corrupción crece a pesar de la regulación de leyes sobre responsabilidad de los servidores públicos y de la auditoria superior o la función pública a las que se agregan las anticorrupción, pues las contralorías, los fiscales especializados y auditores siguen siendo instrumento o de represión oficial o de exoneración conveniente, según determine el que gobierna. Esa es una de las causas de que el fenómeno dañino haya avanzado no existen órganos imparciales de prevención que con autonomía temporal garantizada, actuación y funcional pueda erradicar los nocivos efectos que han deteriorado el ejercicio del poder Institucional del Estado.  

Creo que estas breves consideraciones pueden orientar en nuestro estado redireccionar su ejercicio el Gobierno que encabeza Alejandro Murat en sus primeros años de ejercicio, ahora que, en los primeros cinco meses, ha renovado su equipo de colaboradores con el Lic. Anuar Mafud en la Secretaría General y Celestino Alonso en la de Salud lo que permite pronosticar, con base en la identificación que tienen con quien ejerce el poder,  que actuarán con la mira en una sociedad que les exige actuar de manera legítima. Tener presente que al primero le deben la postulación a Senador y el segundo ya fue Secretario General de Gobierno 

Reproduzco el pensamiento de Otto Neurath que se cita en la obra” Democracia Difícil” de Danilo Zolo: “Somos unos marineros que deben reconstruir su nave en mar abierto. (…) Ellos pueden usar madera de la vieja estructura para modificar el esqueleto y la cubierta de la embarcación, pero no pueden llevarla al dique para reconstruirla desde el principio. Durante su trabajo se mantienen sobre la vieja estructura y luchan contra violentas borrascas y olas de tempestad. Este es nuestro destino.” 

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