Lo que los candidatos deben decir de los problemas de Tlaxcala

  • Carlos Noé Sánchez Rodríguez

Ahora que inician las campañas, sobre todo para la gubernatura del estado y que vamos  a escuchar todo tipo de propuestas, las más muy seguramente, serán  muy generales que no comprometen a nada  como aquellas  “vamos a seguir el camino del progreso”, “Tlaxcala se tiene que transformarse”, entre otras, frases que no dicen absolutamente nada acerca de los grandes problemas del país y del Estado, y que el pueblo o la ciudadanía se ha cansado de escuchar, pero que no compromete a nada a los candidatos; en otras ocasiones no se dice nada, porque el candidato desconoce la problemática, la mayoría porque no la viven y otros porque no saben que decir, pero los problemas están ahí presentes y afectando a la mayoría de la población. En efecto es de sobra conocido, porque así lo dicen las estadísticas, que la situación económica de los grandes sectores de la población se ha deteriorado gravemente en los últimos años, sobre todo por el encarecimiento de los bienes de consumo como el alimento, los servicios básicos, el transporte, la educación, los servicios de salud etc., y porque el incremento salarial es totalmente inexistente o ha sufrido aumentos verdaderamente ridículos.

Por lo tanto los candidatos tendrán algo que decir de los bajos salarios, quizá algunos digan que este problema es mundial, pero resulta que es en México y particularmente en Tlaxcala donde están los peores. Otros quizá crean que es un problema estructural y que solo aumentando la productividad se podrán lograr algunos aumentos, pero resulta que los economistas destacan que en México la productividad ha aumentado pero los salarios no   “De acuerdo con la encuesta industrial anual del Inegi, el crecimiento acumulado en la producción por persona ocupada en la industria manufacturera es del 67%, tan solo en los años del 2003 y 2008  pero el aumento salarial es de 22% y hasta la fecha no se han registrado cambios sustanciales” (Brasil Acosta. Revista Buzos), pero la responsabilidad de aumentar la competitividad no está en los obreros sino en los empresarios. Quizá haya alguien que diga que las empresas ubicadas en Tlaxcala no son competitivas y no pueden pagar mejores salarios, pero resulta que la mayoría son extranjeras y siguen llegando más, cuyos productos son competitivos en el mercado nacional y mundial, tan solo hay que decir que mientras en los Estados Unidos los menor salarios se ubican en 8.5 dólares la hora, en México se ubican en solo 0.5 dólares por hora. Y todavía hay más, los trabajadores mexicanos son los que realizan actividades por más tiempo en todo el orbe, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) los mexicanos trabajan hasta 10 horas y las mujeres hasta 12 horas (ahí están las trabajadores de las maquiladoras de Tlaxco). Por lo tanto el problema reside en las altas tasas de ganancia de los empresarios basada en los bajísimos salarios que les pagan a los trabajadores.

El otro problema grave de nuestra sociedad es el desempleo, ya que si bien las estadísticas hablan  de un 4.3% de  la llamada PEA (Población Económicamente Activa) está desocupada, en realidad es mucho mayor esta cifra si tomamos en cuenta que más del 54% de esta misma, se encuentra en el empleo informal, es decir en un trabajo inestable, sin prestación alguna, sin seguridad social y sobre todo con percepciones o salarios aún más bajos que los que se perciben entre los obreros, y habrá que tomar en cuenta que estas cifras tienden a incrementarse, y que de seguir esta tendencia muy seguramente nos llevara a una crisis social sin precedentes.

He visto a los largo de algunos pronunciamientos que algunos candidatos tocan de refilón estos aspectos, pero en sentido muy general, sin aterrizar en la problemática y sobre todo sin propuestas viables a corto, mediano y largo plazo, y sin tomar en cuenta a la sociedad en su conjunto, pero otros quizá la mayoría no está presente en su campaña.

Por lo tanto todo aquel candidato que aspire a gobernar incluso una comunidad, ya no digamos el municipio o el propio estado, no sólo deberá estar consciente de los problemas fundamentales de la sociedad tlaxcaltecas, sino tener una idea aunque sea somera de estos aspectos básicos, y sobre todo una propuesta que vaya en la dirección de cambiar la situación. Si no lo hace poco podrá influir en el desarrollo económico y social.

Quizá para algunos candidatos esta problemática no entre en sus propuestas porque considere que no puede incidir en esa realidad, ya que para ello se necesita el concurso de otras fuerzas que permita la acción de esas fuerzas, una de ellas por cierto la más efectiva es el pueblo verdaderamente organizado, que con propuestas pacificas legales y posibles actué para solucionarla, y no que la reprima, la desprecie y la margine, como ha sucedido hasta ahora.