Se han intensificado los actos de una solada campaña por parte de los aspirantes a Gobernar el Estado de Oaxaca, tanto en lo individual, como de las tendencias políticas que buscan llegar al poder, como lo evidencian las notas periodísticas que difunden las actividades que realizan variados personajes políticos, que dirigen u ocupan cargos de elección en las instituciones públicas, como en el sector económico; se complementa con el activismo patente de quienes intentan ocupar cargos municipales de elección, como del de Oaxaca de Juárez, con el mecanismo constitucionalizado de las candidaturas independientes.

El panorama se presenta complejo, frente a la estructura renovada del aparato administrativo político que tiene a cargo en el Estado, el proceso de elecciones locales y el control jurisdiccional, por parte del Tribunal Electoral de la entidad. El primero, aun ligado con la autoridad estatal, por la cuestión presupuestal que sigue siendo responsabilidad del Gobierno del Estado otorgarlo, aun cuando se le haya conferido autonomía funcional al desligar a sus mandos, de la designación por parte de la Cámara de Diputados local y de su fiscalización, lo que marca formalmente el fin de una era en que los legisladores interferían, influenciando la toma de decisiones, por parte de magistrados y jueces electorales.

En lo que toca al Tribunal Electoral del Estado, el ámbito jurídico local, no ofrece certidumbre jurídica para legitimar sus decisiones en el próximo proceso. Esto lo afirmo, sobre la base de que el Senado de la República, no ha hecho la designación o elección de los que deban integrarlo conforme a la reforma constitucional que así lo dispone, misma que permite, en sus transitorios, que los actuales permanezcan en el ejercicio del cargo, lo consiente que subsistan las condiciones de dependencia que ha existido con el Poder Ejecutivo del Estado y el Legislativo, amén de que su presupuesto, deviene del Poder Judicial del Estado, a lo que se agrega que, la ausencia de una legislación congruente a la innovación nacional que aplicar, provoque inseguridad, por las contradicciones que se den, al resolver las controversias de las que deba conocer.

En este contexto, el tiempo avanza y algunos de los pretendientes, deben separarse de sus cargos, para evitar que se objete, por esta razón su candidatura, lo que motivara que se abran las cartas ocultas de alguno que otro funcionario local o federal que busque algún cargo de elección, conjuntamente con el análisis de los requisitos constitucionales y legales que debe caracterizar a los que apetezcan el cargo de gobernador, entre los que surgirá el tema de la residencia efectiva de cinco años, para los no nacidos en el Estado, que puede ser motivo de conflicto, dados los alcances y precisiones que hizo recientemente, la Suprema Corte,  sobre lo que ello significa, que no debe confundirse con el diverso concepto de la ciudadanía Oaxaqueña.

Los nombres de los personajes que ha manifestado de manera tácita o expresa su deseo de competir por la candidatura son, el Senador Eviel Pérez Magaña que acaba de rendir su informe en esta ciudad de Oaxaca, el Maestro Alejandro Murat Hinojosa, Director General del Infonavit, el Lic. Héctor Pablo Ramírez Puga, Director General de Diconsa, resurge la Diputada Federal Mariana Benítez, algunos mencionan al ex Diputado Federal Samuel Gurrión, pero al parecer se incorporó a la del Senador Eviel Pérez Magaña; se mantienen, como opciones, el Senador Benjamín Robles Montoya, los Diputados Federales Estefan Garfias y Francisco Nery, el Lic. Alfonso Gómez Sandoval que ha sido motivo de presentación inusual en diversos eventos por parte del Gobernador Gabino Cue, y Gerardo Gutiérrez Candiani, dirigente nacional empresarial.

En lo que toca a las candidaturas independientes, las reglas ya han sido definidas y pronto de aprobará la convocatoria correspondiente, lo que abre otro espacio de posibilidades para los ciudadanos Oaxaqueños, que satisfagan los requisitos constitucionales. De acuerdo al listado existente, el único que puede optar por esa vía sería Gerardo Gutiérrez Candiani, salvo que lo arropara algún partido o coalición, pues es dirigente empresarial, cuenta con apoyo económico, mantiene nexos con la Presidencia de la República, y con el Gobernador del Estado, como ingredientes naturales para contender.

El espacio de las candidaturas independientes que estimo viable, en estos momentos para Oaxaca, es la contienda para cargos Municipales en principio, y en grado menor para los de diputados locales. El entorno del gobierno municipal es el que presenta en Oaxaca, menos obstáculos para abrir esa brecha democrática de participación ciudadana, por la cercanía que guarda con una problemática territorial administrativa de servicios, que permite esa identificación como propia del pueblo y sus gobernantes a través de una institución diseñada para resolver los de una comunidad más reducida que la del Estado, con un ciudadano que, ajeno a intereses político partidista, propicie el mejoramiento de la administración de servicios municipales y el buen ejercicio de las facultades de gobierno.

En lo que se refiere a las candidaturas independientes para diputados, el asunto se complica, por lo cacicazgos regionales, que inhiben que haya líderes que no estén vinculados y comprometidos con los grupos de poder, que imponen como condición la sumisión para poder acceder a esa responsabilidad, como vía que garantice el registro respectivo y el triunfo del beneficiado, amén de que los requisitos formales para registrarse como independiente son más complicados; por otra parte, el ciudadano tiene poco interés en este segmento de elecciones, al tener una experiencia negativa de los resultados legislativos.

En este complejo campo de elecciones que se empieza a embrollar, algunos invocan que la influencia presidencial será determinante. En este aspecto, los resultados electorales de anteriores procesos, revelan que no han sido favorables para el Revolucionario Institucional, ni preponderantes para una elección nacional, por lo que la misma Dirigencia Nacional del PRI ha mostrado, hasta hoy, poco afán por “recuperar” el Gobierno del Estado que, por cierto creo que nunca lo ha perdido, lo ha manejado, situación que le permite que las cosas se mantengan en esa tónica para la próxima elección de Gobernador en Junio del 2016.

Una temprana visión, señala que oficialmente puntea el candidato que determine el PRI; pero este tiene que contar con un naipe ante la eventualidad de que las encuestas reales le muestren que  enfrentara un voto negativo del electorado, lo que impulsaría el continuar con el esquema de un gobernador que explícitamente no sea de ese partido, pero que justifique el objetivo democrático de la elección con diverso triunfador; en este sentido, reflexionemos quienes de los posibles, garantizan al Presidente, que el Revolucionario Institucional, siga gobernando Oaxaca, sin que sea el postulado por ese Instituto. En esta expectativa es conveniente comparar la trayectoria política del actual Gobernador Gabino Cue para concluir que, substancialmente en Oaxaca, no ha existido alternancia en el gobierno, ni existe posibilidad de que se dé en este próximo proceso electoral, por tanto, seguirá coexistiendo la negociación política, y gobernando el PRI.

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