¡Que conste,... son reflexiones!
- Sócrates A. Campos Lemus
Lo que es la mentira, la hipocresía y el cinismo, las Comisión Permanente del Congreso, guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del periodista Julio Scherer García. LA VERDAD ES QUE, MUCHOS, DESCANSARON.
Y de que los funcionarios, burócratas y políticos se deciden a chingar en verdad que chingan, y tan es así que, por esas maniobras perversas y corruptas adoptadas por la Comisión Federal de Electricidad al cambiar los medidores y colocar sin el permiso del usuario, otros, que se pagan caros y cobran más, se ha “SUSPENDIDO EL SERVICIO DE NERGÍA ELÉCTRICA A CERCA DE 200 MIL HOGARES Y COMERCIOS EN COLIMA, POR FALTA DE PAGO A PARTIR DE LA SUSTITUCIÓN DE MEDIDORES CONVENCIONALES POR APARATOS QUE FUNCIONAN CON TARJETAS DE prepago, PUES LO HIZO SIN CONSENTIMIENTO DE LOS CLIENTES Y ÉSTOS NO FUERON INFORMADOS DE LOS DETALLES… los usuarios desconocen las fechas de corte porque ya no les dan recibos o ni siquiera les entregan las tarjetas digitales y hay cobros excesivos”
En este negocio realizado por medio de la empresa IUSA, que ya sabemos es de otro de los privilegiados mexiquenses que son aportadores a las campañas y miembros de la alta “sociedad” y de los riquillos que han logrado controlar a los políticos, “se corta automáticamente la energía si el usuario no abona”, así que las quejas aumentan y generan otra de las muchas causas para que los ciudadanos estemos bien pero bien encabronados con los políticos, funcionarios y las medidas de protección que se generan por los acuerdos y complicidades entre políticos y empresarios…. Así que ya no solamente estamos cansados y encabronados, estamos, como diría algún poeta morelense: ¡Hasta la madre!
La verdad que como no entiendo el inglés no sé qué diría Peña Nieto en la reunión de la Casa Blanca, la de allá no la de acá, pero a lo mejor no lo sabe el negrito que administra los bienes de los poderosos norteamericanos para joder a los demás pueblos de la tierra, que en México ya no se aguantan a los políticos fallidos que han pensado que, después del Distrito Federal, todo es Cuautitlán, y así lo quieren gobernar…
Y siendo sinceros, creo que cualquiera de nosotros hemos sentido mucha más confianza en las manos de una enfermera o enfermero, que en las manos de un pinche policía que si nos descuidamos nos roba en nuestras narices o nos carga con mota o balas para acusarnos o lograr una buena feria para salir de la bronca en que ellos, nos meten. Así que las enfermeras y enfermeros en este país son mal pagados, ganan menos que los policías y tienen jornadas enormes y con pocos recursos, si se pandean que es seguido, pagan las pendejadas de los médicos o de los burócratas que administran los sistemas de salud, se les acusa de que ellas son las que roban medicamentos y aparatos de las clínicas, cuando sabemos que esto solamente es un gran negocio de los políticos y los funcionarios de salud que los hacen con los compadres de los gobernadores, o bien, con los cuates de los cuates de los políticos que controlan ese rublo. El caso es que las enfermeras y enfermeros, cuando necesitan materiales de curación no tienen o no cuentan con los medicamentos que se roban los grupos de privilegiados que controlan éstos en las clínicas y hospitales, mientras, ellas y ellos, se hacen pedazos y se desgarran para dar algún alivio a los enfermos. Eso sí, ganan menos que los policías y, ni ellas ni ellos, pueden “morder” a los pacientes, porque esto lo hacen los médicos que se llevaban a los pacientes a sus clínicas y despachos con el cuento de que no hay medicamentos y de que en los servicios hospitalarios del estado, los van a matar y no les van a aliviar. Así que desde el sector salud se permite que los malos médicos se lleven a los pacientes para “ordeñarles”, mientras los mantienen medio enfermos… y ante la cerrazón de las autoridades y de los burócratas y políticos, las enfermeras y enfermeros del país, no han tenido otra que realizar marchas de protesta, tal como las vemos todos los días, las hacemos los que tenemos algo o mucho que reclamarles a los políticos y funcionarios a pesar de que jamás nos hagan caso alguno y ni siquiera nos pelen. Eso sí creo que podemos prescindir de los policías, pero no de las enfermeras y enfermeros, porque entonces, en la madre, sí que nos carga la calaca, y si bien, algunos nos salvamos del rayo, no nos salvaremos de la raya… la neta, mejor que les paguen bien a esas mujeres que en verdad se entregan a la atención de los enfermos, que a los pinches policías que solo nos enferman y nos chingan… nadie sabe de cuál de las dos “casas blancas” se generan más problemas, si la de Estados Unidos o la de acá….