¡Que conste,...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

      Siempre leo con atención y reflexiono sobre lo que escribe don Armando Fuetes Aguirre, “CATÓN”, en su columna Mirador. El día 2 de diciembre, publica en el diario Reforma, “La historia del señor equis y de su trágica lucha contra la Burocracia”:
         “El funcionario del Estado hizo llamar al señor equis y se dignó informarle acerca de un importante asunto de Gobierno.”
         “Le dijo, ceremonioso y grave:”
“-El Más Alto Funcionario del Estado tiene un plan”.
“El señor equis no contestó palabra. Calló, esta vez no por temor, sino por escepticismo. Prosiguió el Funcionario:”
“-El Plan del Más Alto Funcionario está formado por diez puntos.”
“No dijo nada el señor equis. Continuó el Funcionario del Estado:”
“-Si ese Plan no resulta, el Más alto Funcionario tiene otro Plan, éste de cien puntos. Y si ese otro no funciona, tiene listo otro de mil puntos. En caso de que éste tampoco dé resultados, el Más Alto Funcionario…”
“El señor equis dio la espalda al Funcionario del Estado y se alejó. Y es que ninguno de sus Planes –ni el de diez puntos, ni el de cien, ni el de mil- el Más Alto Funcionario había tomado en cuenta al señor equis”.
Y es lo mismo que sucede con el actual plan propuesto por Peña Nieto, el de diez puntos, puede hacerlo de cien o de mil o de un millón y la verdad es que no tendrá ninguna respuesta ni calará en el ánimo de las gentes por la simple y sencilla razón que están realizado en los cómodos despachos y escritorios de los Más Altos Funcionarios del Estado o sea por los lambiscones y miembros de alta “burocracia” de este país y no se han consultado con la gente, la sencilla gente que tiene mucho que decir,  reclamar y demandar, pero esos altos funcionarios de la “burocracia” reinante en el país, llegados de las universidades de los Estados Unidos, jamás piensan en las gentes, sino que piensan en sus negocios y en sus intereses que no son los intereses del pueblo, sino los intereses de los poderosos y olvidan que, finalmente, un día, un buen día, los jodidos, los injodibles, los miembros de infeliciaje de este país comienzan a abrir los ojos y darse cuenta de las pendejadas, de las transas y negocios de esos burócratas que viven utilizando los bienes y fondos públicos para realizar enormes negocios privados, y cuando fracasan, no sus negocios sino sus planes, dejan los adeudos públicos para que entre todos los paguemos. Bonito chiste, pagamos para que nos desgobiernen, nos roben y nos sigan presentando los grandes planes que jamás nos han consultado. Y cómo nos consultaría don Enrique Peña Nieto, si no sale de las paredes de Los Pinos donde se encuentra rodeado de un grupo de cortesanos que lo engañan y lo roban también, porque no le dan lo que le correspondería, porque hasta para eso tenemos que entender que, por esa razón, “los fondos de ahorro”, los tiene que obtener por medio de los contratistas, y éstos, que no son banqueros, los dejan con las pompis al descubierto…. deberían consultar a los grandes especuladores de este país que son los que siguen administrando los bienes y recursos de muchos hampones, narcotraficantes, políticos y empresarios, porque ellos saben hacer sus transas de tal suerte que siempre las hacen con “apego al derecho”, porque saben que, en lo chueco, hay que ser más derechos… aunque chingen al pueblo de México.
         Como sabemos que poco es lo que se logra no leyendo, también entendemos que un Alto Funcionario que ni siquiera lee a Don Armando Fuentes Aguirre, puede entender lo que sucede en el país ya que no tiene sentido de la autocrítica, eso sí, seguramente, se sigue divirtiendo con los capítulos de las telenovelas y de las aventuras del Chavo del Ocho o de lo que le dicen los conductores y “analistas” de televisa, así que por eso entendemos que estamos así, porque no hay otra forma de estar con tales Funcionarios cuyo referente es la televisión y no los libros, recordémosles que existen librerías y bibliotecas, gente pensante que tiene buena fe y cariño por este país, que hay, sin duda, muchas líneas para entender lo que necesita el pueblo de México que es poca cosa: Justicia Social, entendiendo que  es el derecho al empleo bien remunerado,  la educación, la salud, habitación digna, alimentos baratos, vestido y diversiones aceptables con ideas, no con pendejadas y telenovelas…