Elección de gobernador. Tiempos diferentes al pasado. opción renovada
- Jorge E. Franco Jiménez
La carrera por la gubernatura de Oaxaca cuya elección tendrá lugar el próximo año, se ha iniciado en su tradicional e informal camino con la difusión de los nombres posibles aspirantes, que dadas las circunstancias políticas prevalecientes, con excepción de los partidos políticos de Morena y el Verde, se aprecia que se aleja de las tendencias que prevalecían en el proceso electoral en el que triunfó el candidato del Revolucionario Institucional Alejandro Murat, que ahora han sido pulverizadas por las visitas del Presidente López Obrador y los programas que ha publicitado e impulsado. lo que le permite contar y conservar una objetiva bolsa de votos que garantizan el triunfo del candidato que proponga.
Las condiciones reales en que se desenvuelven las actividades públicas del gobierno del Estado y de su titular Alejandro Murat así lo permiten pronosticar. Vemos que el mandatario local apoya sus acciones en los que recibe directamente de la Presidencia de la República que patentiza en la respuesta que ha venido dando a su favor, como la que dio a su homólogo Silviano Aureoles y de la reciente respecto a los actos de secuestro presumiblemente cometidos por elementos de la guardia nacional que provocó un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad locales, calificandolo de hecho aislado.
Por lo pronto se muestrean a personajes relevantes, la mayoría, de la corriente del presidente López Obrador, como son el Lic. Luis Antonio Ramírez Pineda, el senador Raúl Bolaños Cue, la Senadora Susana Harp Iturribarria, el presidente municipal electo Contador Francisco Martínez Nery. Estos son los aspirantes posibles de los que saldrá el candidato ganador de la titularidad del Poder Ejecutivo de Oaxaca el próximo año, salvo alguna sorpresa inesperada como la relacionada con Salomón Jara actual Senador o del Diputado Benjamín Robles y agregado con pocas probabilidades de ganar Eviel Pérez Magaña, presidente del Comité Estatal del PRI.
Lo que se aprecia es que en Oaxaca de los partidos Revolucionario Institucional, de Acción Nacional y de la Revolución Democrática, sólo queda el membrete local y una estructura con nombres pero sin un ideario firme, ni plan de acción que los caracterizaba, anulados por la lucha interna de facciones, que hoy se exterioriza en un movimiento a nivel nacional encabezado por el ex gobernador Ulises Ruíz, en contra de Alejandro Moreno y sus aliados en los que menciona al ex gobernador José Murat; esta controversia aún no sabemos si terminará en un arreglo o con la formación de otra tendencia, como sucedió cuando se eligió como candidato a Salinas de Gortari.
Las propuestas indicaban que, por razones de género, la candidatura viable es la de la Senadora Harp Iturribarria, sin embargo por cuestiones diversas, ahora se vaticina como probables al Lic. Luis Antonio Ramírez Pineda, el Contador Francisco Martínez Nery o Raúl Bolaños, el primero ha mostrado interés afirmándose que ya contacto con diversos medios locales y cuenta con el aval de su padre Heladio Ramírez López ex gobernador que dejó una imagen positiva en su periodo de Gobierno que contó con el respaldo del Presidente Luis Echeverria y posteriormente de Salinas de Gortari.
De los partidos de Acción Nacional y de la Revolución Democrática no se visualiza una figura que pueda tener la representatividad para competir con alguno de los alfiles del presidente López Obrador ahora respaldado por el Gobernador Alejandro Murat, máxime que las pasadas elecciones, mostraron la debilidad de tres partidos en alianza o coaligados al perder las diputaciones federales, obtener pocas locales y ser derrotados en municipios importantes, como Oaxaca de Juárez, Tuxtepec. Salina Cruz y ello impone no jugar una contienda con pocas probabilidades de triunfo.
Todos se conjuga en los tres partidos que tenían probabilidades de ser un contrapeso, pues el PAN y el PRD en Oaxaca enfrentan en lo local una fractura profunda y solo se mantienen por el discurso de sus dirigentes, sin mayor contenido ni propuesta, que los ubica en la necesidad de buscar otras opciones para competir de común acuerdo o por separado, pero a bajo estrategias de largo plazo y mecenas que los financien.
Este escenario permite vaticinar que de cualquier manera, el elector Oaxaqueño, tendrá en estas opciones, la posibilidad de escoger un gobernante que, con el apoyo del Gobierno Federal, culmine los proyectos que de un tiempo atrás se han anunciado y quedado rezagados por motivos diversos, conflictos socio políticos, en los rubros de salud, educación, seguridad y desarrollo en general, profundizados por la inactividad derivada de la pandemia que aún prevalece.
Será necesario que el próximo gobernante tenga una fórmula que evite los cacicazgos grupales de revancha que han prevalecido desde el dos mil seis a la fecha que han incentivado un clima de fractura entre los que arriban al poder, colocan sus piezas para cobrar afrentas del pasado y obtener cotos de poder y beneficios económicos en materia de obras mediante el aprovechamiento de los fondos municipales.
A mediados del año próximo es dable que podamos conocer el lado obscuro del manejo de recursos municipales llevado a cabo en programas de obras por algunos diputados que con generosidad se ha repartido esos fondos de acuerdo con contratistas que ostentan el mismo cargo.
De Cualquier manera, tenemos nuevamente la oportunidad de ir razonando y fortaleciendo la intención de nuestro voto para elegir a quien pueda garantizar, dentro de lo posible, una mejor coordinación de las políticas de gobierno en unión de una legislatura local y municipal con las mismas miras en los rubros prioritarios, que disminuyan los índices de pobreza y de servicios.