Definiciones. Perfil. Cualidades necesarias de un candidato ganador

  • Jorge E. Franco Jiménez

Es común expresar un pensamiento que señala que la “historia se repite”, cuando nos encontramos en presencia de hechos que, de una u otra manera, ya han sido observados en el pasado, en condiciones similares de las que se derivan las mismas consecuencias. Esta reflexión se me vino a la mente, con motivo del proceso de elección de gobernador, en la etapa de inicio de las precampañas legales, porque las que se están dando al margen del orden jurídico, se han constituido en uso y costumbre, o parte del sistema normativo interno, no escrito del Estado, en que han surgido diversos inconvenientes que se atribuyen a los variados aspirantes, por alguna causa, esencialmente relacionada con el requisito de la residencia, conocimiento del territorio y necesidades específicas de las regiones, que son diversas.

En esta semana tuve la oportunidad de escuchar una experiencia que me trajo a la memoria la frase que menciono en la introducción. Conocí que en la política, de acuerdo a los tiempos en que ocurren estos sucesos de elección en Oaxaca, no es la primera vez que se habla de residencia, de conocimiento del entorno de la entidad y de las necesidades de sus regiones; pues hace algunos años, ocurrió algo similar que pasó desapercibido, quizás derivado de que la elección estaba controlada, debido a que el Partido Revolucionario Institucional, mantenía su antigua hegemonía a través del fiel de la balanza.

El suceso se origina cuando el entonces Secretario de Gobernación Lic.  Luis Echeverría envía a un comisionado  políticamente identificado con los grupos preponderantes en Oaxaca, para que indagara la opinión de éstos, respecto a que el próximo candidato a gobernador, no conociere, ni hubiere residido en Oaxaca aun siendo Oaxaqueño de nacimiento; el  informe fue entregado estableciendo que a los consultados, no les interesaba si el candidato conocía o no el Estado,   ya que lo que exigían era que sus colaboradores se escogieran entre gente de Oaxaca, sobre todo que quien se encargara de los dineros públicos, estuviere identificado como tal, porque esa persona no se iría al concluir su cargo, lo que posibilitaría que se le reprochara un quehacer deshonesto.

 Desde luego, con vista en ese informe, los sectores del PRI se pronunciaron en favor del candidato designado por quien lo tiene que hacer, mismo que se trasladó a esta ciudad, sin conocer lo elemental del Estado, siendo electo gobernador. Esta experiencia, real, tiene que ver con los cuestionamientos que ahora se hacen a los que pretenden gobernar, en cuanto a la residencia,  el conocimiento del estado, la problemática regional y la general; esto último es objetivamente cierto, dado que si bien  han recorrido el territorio de Oaxaca, ello no implica que  conozcan la condiciones de sus regiones y ciudadanos; la ausencia de esa noción, ha sido profundamente cuestionada en las entrevistas.

En esta semana, el campo electoral se empieza a transparentar; en el Partido de la Revolución Democrática, se cumplió el protocolo de inicio de los registros de José Antonio Estefan Garfias y del Senador Benjamín Robles Montoya, así como el retiro de la contienda del Diputado Francisco  Martínez Nery, quien se asegura será sustituido por el de relleno para complementar la terna, Hugo Jarquín López,  que se advierte fungirá como elemento que le quite votos a alguno de los dos primeros, dado  que las posibilidades de obtener la postulación en la interna, son nulas. La contiende interna será reñida, pero se advierte que las condiciones favorecen al Diputado José Antonio Estefan que, por cierto, satisface los requisitos de residencia, conocimiento general de la problemática estatal, economista y oriundo de la región, lo que será la ventaja que le permita acceder a la candidatura por parte del PRD, erigiéndose así como sólido contendiente en la Constitucional, frente al candidato del PRI.

En el Partido Revolucionario Institucional las cosas no están definidas, al menos por quien tiene la última palabra, el Presidente Enrique Peña Nieto, quien como se ha difundido en diversos medios, será informado de los que satisfacen los mejores parámetros para enfrentar la elección, frente al candidato de una coalición que se aprecia fortalecida. En esta decisión tendrán el derecho de opinar, el Secretario de Gobernación, como encargado de la política interna,  así como el de Hacienda, por las implicaciones en lo que toca al desarrollo de la franja privilegiada del Istmo de Tehuantepec; como elemento de intervención natural el propio Presidente del Comité Directivo Nacional del PRI.

Los precandidatos del Revolucionario Institucional han puesto énfasis en que el desarrollo económico es el detonante para Oaxaca porque representa progreso, empleos, mejores condiciones de calidad de vida para la población, al auspiciarse y garantizarse la transformación, lo que requiere, de acuerdo con la óptica nacional, que quien sea el gobernador tenga claro ese enfoque, sin que se desvíe u obstaculice ese proyecto, como ha sucedido con la cuestión de la energía eólica que ha provocado el retiro de empresas del ramo, si se toma en cuenta que se toma como prioritario, para el despegue, el Istmo de Tehuantepec.

Este tema económico queda comprendido en el conjunto de reformas que se han implementado por el Presidente Peña Nieto, por lo que requiere de la presencia en Oaxaca de un Ejecutivo con la noción de ese proyecto nacional. Lo anterior involucra que tenga la visión de progreso, inversiones, empresa, con la capacidad y habilidad para vincularlos con el agregado de los intereses comunitarios de la región en que se implementa, a fin de que sea viable llevarlo a cabo, frente a  la problemática, sobre todo, de la pobreza extrema que viven la mayoría de los oaxaqueños y la extorsión social.

El contexto de ese desarrollo, en lo que toca a Oaxaca, es complicado, social, política y económicamente, pero sobre todo en materia de seguridad. Hemos leído que día a día se llevan a cabo homicidios, la incidencia de gente armada así como de expresiones que corresponden a la delincuencia organizada que se ha ido extendiendo en la franja costera de Huatulco y Puerto Escondido, sin respuesta oficial; es un asunto que lo por los actos relacionados con el pago de piso, extorsiones, secuestros, y las exigencias de los grupos de interés que tienen que ver con  la tenencia de la tierra, lo cual requiere de una atención con una estrategia, similar a la implementada por el Gobierno Federal en relación al problema del magisterio, a fin de garantizar las condiciones  de certeza que requiere como ingrediente necesario.

En esta perspectiva, dentro del Partido Revolucionario Institucional, la cuestión a dilucidar es quién de los prospectos reúne las cualidades de: ser gente de confianza del Presidente Peña, tener una visión económica-empresarial en su actividad pública, trayectoria partidista y que pueda conciliar los intereses comunitarios de la zona de desarrollo económico del Istmo. En esta ruta, al margen de la posición ciudadana de Gerardo Gutiérrez Candiani, quien reúne sin duda esas cualidades, se aprecia que carece de la identificación necesaria con los compontes duros del PRI en el Estado por una parte; y, por otra, que sería compleja y difícil su posición con las cuestiones comunitarias; por tanto,  la carta fuerte del Partido, consecuencia del proyecto Presidencial, se potencializa en la persona de Alejandro Murat Hinojosa.

En cualquier escenario, lo que Oaxaca necesita es un líder que conozca su Estado y su gente, de tal manera que todo proyecto que inicie desde el estado de derecho hacia el progreso económico, esté enfocado en la solución y alivio del problema rampante de pobreza y marginación de los más desfavorecidos de Oaxaca, ese tema sí es impostergable, para el Gobernador que resulte electo de cualquier partido.

 
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