¡Que conste.. son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

         Tal pereciera que nuestros políticos están sumidos en la ignorancia y el apendejamiento, todos le hacen al Tío Lolo, dicen cosas que ni ellos mismos se pueden creer. Hace unos días, el presidente se reunía con un grupo de investigadores a los que les había encargado un informe sobre la justicia común, los resultados fueron claros: nadie la ejerce, nadie cree en ella, sale muy cara a los demandados y demandantes y existe una enorme corrupción en los tribunales y una enorme ineficiencia y rezago.
NO ES NECESARIO SER UN ERUDITO, UN MAGO DE LA COMUNICACIÓN, UN GENIO EN LA INVESTIGACIÓN, SOLAMENTE FALTA QUE CUALQUIER CIUDADANO VAYA A DARSE UNA VUELTA POR LOS TRIBUNALES, POR LOS MINISTERIOS PÚBLICOS, POR LOS JUZGADOS, Y CONOCERÁ DE MUCHOS ASUNTOS, TODOS, DONDE ENTRA LA CORRUPCCIÓN, EL INFLUYENTISMO Y SOBRE TODO, EL MANEJO DE INTERESES POLÍTICOS Y ECONÓMICOS QUE CANTEAN LA BALANZA DE LA JUSTICIA.
         HACE ALGUNOS AÑOS RECORDABA EN UNA DE LAS COLABORACIONES CUANDO UN GRUPO DE DIPUTADOS, ASOMBRADOS, MENTIROSOS, CHACHALAQUEROS, LLEGARON GRITANDO A LA OFICINA DEL PRESIDENTE, creo, Ruíz Cortines, diciendo: “Señor presidente, es increíble, pero la justicia, en este país, se VENDE”. EL VIEJO ZORRO DE LA POLÍTICA, SIN QUE SE DESCOMPUSIERA SU CARA DE JUGADOR, declaraba: “Señores diputados, están ustedes mal, en México, no se vende la justicia, se vende la injusticia”. Y con tal declaración como acostumbran solucionar las cosas los políticos, todos quedaron conformes y nada se hizo para modificar este grave asunto que hasta los días de hoy se sufren por parte de los mexicanos, mientras abogados, ministerios públicos, jueces y magistrados y ministros se la pasan campechanamente cobrando y en algunos o muchos casos, gozando de las mieles de la inseguridad, de las corruptelas y de la ineficiencia.
         Y con la óptica de los políticos, como lo es el presidente, creen que ordenando formar las comisiones que jamás llegan a nada, se resuelven éstos asuntos, o bien, dan instrucciones para que todos se pongan a chambear y a no aceptar mordidas ni corruptelas, a ser eficientes, y es lógico que, por una oreja les entran las instrucciones presidenciales y por la otra salen, mientras ellos siguen insistiendo en que son necesarias más leyes e instrumentos que les rinden impunidad y demandando muchos más recursos, y en este círculo vicioso nos encontramos, de tal suerte que hasta la mampara del evento se vino al suelo, como se han ido al suelo las buenas intenciones…
          Uno de mis amigos, estuvo casado con una señora que se encuentra en muy malas condiciones emocionales y ella, llevada por el odio y el resentimiento, lucho a su manera con el apoyo de varios grupos en su contra, tratando no solamente de accionar sobre su divorcio y por ver con quién se quedaba el hijo de su matrimonio, el cual, ya llegó a la mayoría de edad, y que fuera alejado por ella dándolo en custodia a su padre, pero después de dilapidar los recursos que se le daban para mantener a su hijo y que gastaba en lujos y cosas que no estaban para sostener a su hijo, demanda, ahora, otros pagos y perdió después de muchos años y juicios todas las instancias, de tal suerte que cuando se da cuenta su hijo ya era mayor de edad y no quiere ni verla ni contestarle el teléfono, ya que sabe la forma brutal en que los ha tratado y de la manera en que les hace la vida imposible. Así que hoy, después de perder los juicios civiles, recurre a las instancias penales y nuevamente el peregrinar de juzgado en juzgado y así se llevan gastado muchos miles de pesos y mucho tiempo, solamente porque la señora así lo logra hacer, porque los juzgadores no quieren tener conflictos con ella ya que, muchos de ellos, han sido demandados y ahora tienen que recibir ellos, los malos tratos y amenazas de esa señora. Años de juicios y papeleos, más de tres mil fojas los juicios civiles y los que se vayan juntando. Eso sí, los representantes e investigadores de la justicia común nos vienen a decir que estamos mal, que no funcionan las cosas, cuando cientos de mexicanos y mexicanas sufren todos los días en esos pasillos malolientes y sucios, donde la justicia es una mera imaginación y donde nadie cree en la misma, pero la tiene que sufrir, no sirve para que se haga la justicia sino que sirve para que se mantengan las injusticias. Esa es la realidad. A ver hasta cuando se dan cuenta, el presidente y los juzgadores, de que estamos mal, muy mal…. Y cambian las cosas. Mientras tanto, seguimos en la injusticia como forma de vida o de no vida. Seguimos sufriendo, mientras se siguen haciendo estudios y reflexiones… pero, no hay soluciones.