¡Que conste.. son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

         Cuando buscas la felicidad como buscas el arcoíris, seguramente no la encontrarás, se te irá de las manos…cuando no te sientes realizado y todo te molesta y te hace infeliz, solamente corres desesperado sin tener algún objetivo en la vida, así, siempre, la felicidad se hallará más allá de donde te encuentres.
         Seguramente lo más importante en la vida no es el encontrar a la persona adecuada sino de ser la persona adecuada en cualquier relación humana, así, no dependerá uno de que la felicidad no estará en encontrar a quien lo haga a uno feliz, sino en aprender en llevar felicidad a  los que te rodean. Por esa razón es bueno descubrir los daños que hace uno con sus palabras o con sus emociones, cuando uno no las trae todas consigo. Esto es un proceso doloroso, brutalmente doloroso, pero hay que ver lo que somos para saber cómo vamos a reaccionar en otras ocasiones si es que nos brindan la oportunidad de reaccionar en otras ocasiones.
         Muchos, hablamos de que hay que aprender a vivir sabiamente, lo malo de esto es que nadie te puede mostrar la sabiduría sino es que, en tu interior, la puedas generar, no se puede establecer solamente por capricho el que las relaciones que estableces aun con los que más quieres, sean todo lo saludables que deban ser, y entender eso, de poner los límites, aceptando lo bueno y rechazando lo malo. Los límites son diferentes en cada ser humano y lo bueno y lo malo tiene una visión distinta desde los ángulos que se vean. Ser feliz es alcanzar el acercamiento con los demás sin sospechas y con prudencias y alejarse de quienes te hagan daño sin maltratar, y con prudencia, entendiendo que solamente los grandes saben lo que es recibir las heridas y los dolores del alma; se han recibido en ocasiones, sin saber las razones y sin entender el porqué de esas heridas, porque no se han podido evitar y en ocasiones no se han logrado sanar. Solamente porque jamás vamos a aceptar el uso de las gentes en vez de entender que lo que se usa son las cosas, aprender a usar las cosas y respetar a las gentes, no abusando ni permitiendo el abuso. Pero en esto hay un camino muy largo, lleno de llagas y de heridas, de fuego y de distancias, de abandonos y de cercanías, de poder perdonar los errores de los otros y no enfrascarnos en que nos dijeron o nos hicieron, sin entender que los demás también tienen sus rollos y sus altos y bajos en la vida, que hay preocupaciones brutales y que hay dolores que no se dejan ver en los tratos cotidianos, hay preocupaciones por lo de hoy y lo de mañana.
         Cuando uno sabe que hay heridas en el trayecto de la vida no busca evitarlas, solamente porque se dan sin entender los momentos, pero debemos aprender a curarlas, a no dejar que supuren y se conviertan en resentimientos brutales que anclan las almas. Destruyen las vidas, alejan a los seres humanos que se estiman y se aman.
         Algunos piensan que para ser feliz no deben existir problemas o que se debe tener todo resuelto en lo económico y en lo sentimental y la verdad es que, a lo largo de mis años, no he encontrado a nadie que no tenga problemas y a nadie que tenga todo resuelto. Son los felices los que saben enfrentar los problemas y saben cuándo o no pueden hacerlo, y logran superar los miedos y solicitan ayuda, todos necesitamos ayuda, no queremos andar por ahí lamentándonos y quejándonos, pero la realidad es que, cuando se logra mantener una buena relación con los que están cercanos, sabemos cuándo hay conflictos o problemas y sabemos que, sin preguntar, debemos operar para ayudar, pero en la realidad pocos lo hacemos. Pocos logramos solicitar ayuda, la pena nos impide hacerlo, y esto, es una desgracia, pero así es.Con seguridad, cuando dejemos de buscar la felicidad en las cosas, las gentes o en las circunstancias y volteamos hasta nuestro interior y reflexionamos y vemos lo que hay que cambiar en nosotros sin pedir que nos digan qué cambiar, sino lo que en verdad debemos cambiar, lo que sentimos, sabremos entender las actitudes que debemos modificar y así, encontraremos el mejor camino.
         Sabremos que hay que caminar por la vida donde siempre hay días en que debemos tomar decisiones y donde las elecciones son difíciles y no se muestran ni unas ni otras, y todo se nubla y llueve y los lodazales detienen tu marcha por la vida, así, cuando los días son tan malos y lodosos, que no podemos avanzar, simplemente hay que dejar que pasen y sucedan, descansar, acumular fuerzas y reflexionar por dónde podremos avanzar. Empaquemos los problemas y demos los pasos adelante, aunque nos duelan, nos enlodemos, o tengamos que esperar los mejores días soleados y tranquilos… sin embargo, en todo este proceso se llora y se sufre, pero, así es la vida.