Los desafios del Gobierno del Estado

  • Jorge E. Franco Jiménez

El movimiento del magisterio de la Sección XXI en Oaxaca muestra signos de desgaste y relativa conformidad con los arreglos que derivan de las mesas de dialogo que mantienen con el Gobernador Alejandro Murat sin que hasta el momento hayan hecho las rutinarias declaraciones de insatisfacción respecto de los acuerdos formales propios de este tipo de negociaciones esencialmente en el orden económico y algunos beneficios para sus agremiados, como son las plazas para los normalistas que han logrado obtener al margen del procedimiento que, durante un largo tiempo, ocupo a los legisladores federales implementar en la reforma del artículo 3º, de la Constitución y la legal de las leyes reglamentarias y restituciones de descuentos. 

Los Gobiernos Federal y del Estado han ido sorteando el temporal que representan las exigencias anuales del magisterio aun cuando no se dé a conocer cómo se ha logrado que, hasta este momento, no haya marchas combinado con el plantón tradicional en el centro histórico que son reflejo del poder y cogobierno que venían ejerciendo como fuerza de facto que le ha permitido durante largo tiempo atropellar sin responsabilidad los derechos del pueblo Oaxaqueño. 

En este sentido la estrategia del Gobernador como interlocutor directo parece acertada aun con el deterioro que para su imagen ha implicado la actitud que adoptó de afrontar personalmente el asunto y del costo político y económico que mantiene en calma a una organización en la que prevalecen intereses y corrientes diversas. El magisterio mantiene el control de la negociación incluyendo la de las organizaciones sociales simpatizantes, ya que según me dice un líder de éstas acordaron que la representación gremial sea el instrumento de interlocución con el gobierno, con el objetivo de que las pasiones no se desborden. 

La táctica que funcionó en el periodo de gobierno del Lic. José Murat consistió en que  encauso o canalizó las inquietudes del sindicato a la ciudad de México en donde incluso encabezó el plantón para presionar al Gobierno Federal a proporcionar más recursos a Oaxaca, con lo cual logro que la nave que tenía a su cargo llegara a buen puerto con los consabidos enfrentamientos, previamente arreglados, por un buen operador político el Lic. Ramon López Flores que mantenía el equilibrio del ejercicio del poder mediante la fórmula del castigo y el favor. 

La receta del castigo y el favor funcionó en los sexenios del Gobernador Heladio Ramírez López y Diodoro Carrasco Altamirano; se contamino en el Gobierno de José Murat y se fracturó en el de Ulises Ruíz, en el que las exigencias desbordaron el proporción de la gracia y la justicia que se venía practicando para caer en el exceso de la corrupción reciproca ante la abundancia de los recursos y el enfrentamiento con el Gobierno del Presidente Fox que lo utilizó para perpetuar al PAN en el poder con el Presidente Felipe Calderón y la vergonzosa derrota de Carlos Madrazo y del PRI. 

Los expertos en operación política y manejo de la crisis que ha provocado el movimiento del magisterio Sección XXII en Oaxaca, expresan que este ha sido hábilmente utilizado fundamentalmente desde el nivel oficial. Si recordamos en los tiempos en que el IEEEPO era manejado por el Secretario General que fungió como director al mismo tiempo, la entrega del control de ese organismo sindical tuvo como objetivo encauzar la candidatura a gobernador de un aspirante que no era el favorito del Gobernador Heladio Ramírez López, que finalmente no logró, pues el favorecido fue el Lic. Diodoro Carrasco Altamirano. 

La entrega de este organismo al Sindicato pensada para manejarlo políticamente en favor del Gobierno del Estado y de cierto intereses se intoxico paulatinamente mediante la infiltración de otras corrientes no afines al PRI Gobierno misma que impulso nuevos liderazgos,  compromisos y objetivos contradictorios que surgieron del movimiento violento que encabezó el EPR en la Costa y que ocupo una parte de la atención del Gobernador Diodoro Carrasco y del Gobierno Federal que lo enfrentaron y finalmente lo anularon  aunque no erradicaron el tema del problema magisterial y de los líderes que  formaron parte del EPR. 

Algunos analistas opinan que en principio, en este año, se impulsó la idea de que la movilización del magisterio se trasladara a la ciudad de México, para que el Gobierno Federal otorgara mayores recursos económicos para el Gobierno del Estado, a fin de que saliera del bache en que se encuentra ante la insuficiencia que oficialmente se invoca para eludir compromisos de adeudos anteriores o la realización de obras que hasta estos momentos no se ve, situación que incentiva la crítica e inconformidad de los prestadores de servicios y de la población en general. 

Sin embargo, la maniobra implementada fue detectada a tiempo por el Gobierno Federal afirmándose que hablaron con quien era el autor de este proyecto, siguiendo patrones anteriores, porqué a diferencia del  pasado esa acción contrariaba la reforma en educación implementada para mejorar la calidad de la educación y quitarle  el control del IEEEPO en Oaxaca a ese gremio, cuestiones que originaron que por los canales adecuados se hiciera saber a los autores que, de llevar a cabo la excursión a la ciudad de México, no se otorgaría apoyo federal a Oaxaca; ahí terminó la aventura, salvo que el movimiento magisterial demuestre lo contrario o encuentre un mecenas conveniente que aproveche la incertidumbre política y económica que prevalece. 

El riesgo de que desborde la movilización del magisterio y agrupaciones sociales adherentes, serán los procesos de elección de Gobernador en los estados, de suyo, la del Estado de México que impactará la de presidente de la República. Esto es así dado que estos movimientos se mueven al ritmo del posible ganador y esto tiene un efecto de reproducción amplio que influye en el voto ciudadano convirtiéndose en factor relevante de la campaña por la corona presidencial que puede tener como consecuencia que Oaxaca vuelva a convertirse en laboratorio socio político nuevamente, al ser el Gobernador Alejandro Murat un alfil del Presidente Enrique Peña, como figura similar a la que desempeño Ulises Ruíz en el pasado para el PRI y Carlos Madrazo.

 En este complejo contexto, al Gobierno del Estado le toca hacer su parte para mantener el equilibrio social y político en beneficio del pueblo de Oaxaca y de la microeconomía de sus fuentes de trabajo que disipe la impresión de que su quehacer está centrado en la elección del Estado de México y el proyecto macroeconómico del istmo. Se requieren acciones objetivas que materialicen el discurso político de avance y desarrollo en el Estado en beneficio de la comunidad Oaxaqueña.

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