El voto expresión democratica. Legitimidad. El reto de esta multiple elección

  • Jorge E. Franco Jiménez

 

 

 

El voto que los ciudadanos mexicanos emitamos hoy, tiene un grado de responsabilidad, atado a la elección de representantes a múltiples cargos de elección popular, en los tres niveles de gobierno, situación que conlleva al elector a un obligado ejercicio de ponderación que, en esta novedosa experiencia, le impone tener como criterio orientador, la proporción que debe existir en la distribución y ejercicio del poder en nuestro país, que inhabilite la concentración, en una sola persona, expresión política o pacto que monopolicen, en su beneficio, el poder del pueblo, mediante la corrupción y la impunidad que son propias del centralismo

 

El derecho político electoral de los ciudadanos mexicanos está reconocido constitucionalmente en cuanto al ejercicio que tiene lugar este domingo, al contemplar que le corresponde, a los ciudadanos mexicanos, votar en las elecciones populares y ser votado para todos los cargos de elección popular. En la elección que tiene lugar el día de hoy domingo primero de julio este derecho se materializa en sus dos vertientes, aquellos que compiten como candidatos y además votan y lo que sufragamos sin ser candidatos.

 

Hablamos de un solo derecho conforme a la interpretación que los tribunales especializados dan a los de orden político reconocidos como fundamentales. Se precisa que sus alcances y limitaciones están íntimamente vinculados entre el derecho a votar y el de ser votado, de formal tal que este último, no implica para el candidato postulado únicamente la contención en una campaña electoral y su posterior proclamación de acuerdo con los votos efectivamente emitidos, sino el derecho a ocupar el cargo que la ciudadanía le encomienda,

 

De esta manera el derecho a votar y ser votado son una misma institución como esencia de la democracia que no pueden ser considerados como diferentes. Las actividades que en cada caso corresponden, emitir el sufragio ciudadano y contender como candidato; obtener la legitimación del voto para ocupar el cargo, constituyen los aspectos activo y pasivo que convergen en el candidato electo formando una unidad encaminada a la integración legítima de los poderes públicos.

 

José Maria Iglesias fue un defensor del sufragio relacionado bajo el principio de plena libertad en las elecciones sobre las que no recayera sospecha alguna. Consideraba que la democracia se caracteriza por tres elementos como contenido, el principio de igualdad política, que se expresa a través del sufragio universal, el voto igual, directo y secreto de todos los ciudadanos sin exclusiones, La soberanía nacional, que atribuye la fuente del poder político a los ciudadanos y que considera a la ley como la expresión de la voluntad general, concedida esta, a través de los representantes de la nación.

 

En la obra denominada José María Iglesias y la Justicia Electoral de Javier Moctezuma Barragán, publicada bajo el auspicio de la Universidad Autónoma de México y el Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la tomo estos antecedentes concernientes al sufragio, la democracia y legitimidad, se citan los nociones que el ilustre jurista impulsaba en la época de la restauración de la República, que resaltaba, como como se cita en la la obra, lo que  inspiró a Iglesias fue la Declaración Francesa de los Derechos de 1789, para creer en el pluralismo político, como expresión de igualdad de concurrencia, traducida en la libertad de participación, de debate y de oportunidades.

 

Se añade a ello en ese contexto que las elecciones tienen funciones básicas ya que a través de ellas se legitima el poder, se establecen las vías para organizar la representación y se integran los órganos de gobierno. En esta valiosa publicación se reproducen los elementos que Butler Benniman y Ranei, estima que debe tener una elección para satisfacer el fin de lograr ser libre y democrática, entre otros relacionados con la jornada electoral, que la totalidad de la población adulta, ciudadanía, tenga el derecho de votar por los diversos candidatos de elección popular; que no se le niegue la posibilidad a ninguno, ni la oportunidad de formar un partido y de lanzar candidatos.

 

Un ingrediente relevante que se menciona es que las campañas se conduzcan con razonable justicia y que ninguna ley ni hechos violentos o de intimidación obstaculice el quehacer de los candidatos para presentar sus puntos de vista; que la votación se efectué libremente, en secreto; que los votos se contabilicen decentemente y que los candidatos electos sean debidamente instalados en los cargos hasta que expire el término y se efectué una nueva elección.

 

Estos lineamientos se dieron, afirma el autor en una de las épocas de mayor apego a la Constitución e independencia de los poderes, el de la restauración de la República y hoy están vigentes, aunque no satisfechos pues se han desvinculado de uno de sus fines substanciales, el ser la expresión de legitimidad y convertirse en un instrumento que ha fracturado y traicionado la voluntad del pueblo manifestada en el voto.

 

En este domingo los que otorgamos el mandato para ejercer las facultades que deben ejercer los que integrarán los poderes ejecutivos, legislativos y ayuntamientos  debemos enfocarnos a buscar que se conceda a los que de manera responsable garanticen un ejercicio de gobierno que restaure y garantice de manera plena, la seguridad publica de la población, el ejercicio de los derechos fundamentales a una vida digna y de libertad en todas sus expresiones; un sistema confiable de procuración y administración de justicia, salud y seguridad social para todos los mexicanos, sin distinción; educación de calidad y revisión de los aspectos laborales de la reforma educativa; garantizar de manera efectiva el acceso a ese derecho, sin obstáculos, a la niñez, jóvenes y adultos en todos sus niveles; desarrollo de fuentes de trabajo; erradicación de la corrupción e impunidad.

 

El pensamiento de José María Iglesias, como se destaca en la obra trasciende a la actualidad y el ejercicio comparativo en este día adquiere relevancia por la magnitud de a elección y la esencia del sufragio ciudadano que es legitimar la representación que hoy se otorga a los futuros gobernantes que impulsen, se recobre la confianza de la ciudadanía bajo el principio de la supremacía constitucional. Hoy cumplamos responsablemente con el derecho y obligación de votar razonadamente propiciando la integración de poderes que prudentemente auspicien un desarrollo real y efectivo para el pueblo mexicano.

 

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