“EL MUNDO SE DIVIDE, SOBRE TODO, ENTRE INDIGNOS E INDIGNADOS, Y YA SABRÁ CADA QUIEN DE QUÉ LADO QUIERE O PUEDE ESTAR” Eduardo Galeano.
         No hay duda que en pleno siglo XXI tenemos la inquisición en su apogeo en las mentes y actos de los mochos panistas, como el senador, Víctor Hermosillo, que considera que: “la liberación sexual de las mujeres ha terminado por perjudicarlas y les ha ido peor porque ahora los hombres se dan una agasajadas bárbaras y no se casan. Están muy  a gusto”
         Este mocho que seguramente traga santos por todo el día y defeca, por la noche diablos, como dicen los viejos sabios de mi pueblo, es senador por Baja California y dice estar muy preocupado por los divorcios del país y explica que presentará una iniciativa: “Para que aquellas personas que se separen tengan la obligación legal de reembolsar a sus padres el costo de la boda y que para cuando se separen o divorcien en el primer año, regrese la lana a tus padres, que se gastaron en la boda. A los dos años, regrese el 80 por ciento y a los cinco años, pues, ya se depreció lo que se gastó”. Y bueno, no se espanten, tales declaraciones las hace este panista, dándose golpes de pecho en una exposición en contra del aborto organizada por el Senado, en un acto donde asistieron religiosas y representantes de las ONGs.
         Y para terminar de fastidiar, el sesudo panista, cuestionaba a quienes prefieren un perro antes que un hijo, explicando que en nuestro país y en los países europeos hay parejas que “prefieren tener un perrito a tener un hijo. Eso es absurdo. Ahí andan con su perrito:!fifi¡ ¡Fifí!. Y lo llevan a todos lados. Explicaba, con esa lógica de santa Inquisición que: “Soy católico, católico practicante. No tengo alitas ni mucho menos, pero sí soy de fe católica. Hay descrédito de la Iglesia Católica, errores fuertes que no deberíamos haber hecho, pero los sacerdotes son igual que todos nosotros: son humanos”… pues son grandes descubrimientos los que hace Don Víctor, con tal óptica cerrada y aplanada, solamente nos falta que sostenga que la Tierra es el centro del Universo y nos venga a imponer nuevas clases de ética y de moral. La verdad es que cuando uno conoce la visión y el terror de esos mochos que gobiernan y gastan los recursos de todos en esas pendejadas, nos tenemos que indignar, no como él, sino como gentes del pueblo que sufrimos la gota gorda para ganar un peso y que ellos, con total descaro y tonterías, gastan a manos llenas. No entiendo la razón por la que no habla de la explotación de millones de mujeres, del hambre y de la desocupación que sufren, de los niños que mueren de hambre y de enfermedad, no entiendo por qué no señala la corrupción y el descaro de los gobernantes en los robos de los recursos y fondos públicos y de los negocios privados que hacen, incluso, con grupos religiosos y con católicos tan fervientes como él, pero que no dejan de ser explotadores y rateros. En fin, en vez de estar perdiendo recursos y tiempo con tonterías como esas, los senadores, deberían ver la explotación que sufren los trabajadores agrícolas en muchos sitios del país por parte de empresarios nacionales y extranjeros, de la explotación que realizan enfrentando a pobres contra pobres y del negocio que hacen por medio de las corruptelas en todos los lados, de la inseguridad provocada por ellos en la protección a los grupos criminales y en el tráfico de drogas y armas, en la falta de empleos que obligan a la gente a sufrir y a morir de hambre, en fin, no entiendo las razones por las que un senador, en vez de estar tratando de distraer la atención sobre los verdaderos problemas del país, nos habla de tales pendejadas y no habla de la miseria y del hambre de más del 56% de los mexicanos, de la tragedia que sufren los jóvenes al no poder estudiar ni trabajar de más de 7 millones, de los 14 millones de mexicanos que tienen que ocuparse en el comercio informal solamente porque no hay empleos ni obligación del gobierno en darlos y generarlo,s porque el gobierno protege a los empresarios que son sus socios y cómplices y no defiende los intereses de los mexicanos a los que debería defender, procurando utilizar los bienes nacionales y los recursos públicos en su favor y no para que, con sus socios y cómplices, los utilicen para hacer sus negocios privados. En fin, es muy sencillo darse golpes de pecho y tragar ostias para defecar diablos, pero su obligación no es estar en la tontería es legislar y hablar en favor del pueblo y no de sus sentimientos religiosos, esos, que los opere con su familia y que exija que le devuelvan a sus cuates los gastos de la boda cuando se separen los jóvenes que no se entendieron, en vez de estar unidos como tontos y en la violencia intrafamiliar… en fin, en vez de clases de moral, debería ponerse a trabajar que ,para eso, se supone, le pagamos.