¡Que conste,... son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

“TENGO UN SUEÑO”

“TENGO un sueño un solo sueño, seguir soñando…

Sueño con la libertad, sueño con la justicia, con la igualdad… quisiera no tener necesidad de soñarlas…

Sueño con mis hijos grandes, sanos, felices… volando con sus alas, sin olvidar nunca el nido…

Sueño con el amor, con amar y ser amado, dando todo sin medirlo, recibiendo todo sin pedirlo…

Sueño con la paz en el mundo, en mi país, en mí mismo…. Y me pregunto ¿Cuál será la más difícil de alcanzar?...

Sueño que mis cabellos se blanquean, pero no impiden que mi mente y mi corazón sigan jóvenes y se animen a la a la aventura, sigan niños y conserven la capacidad para jugar…

Sueño que tendré la fuerza, la voluntad y el coraje para ayudar a concretar mis sueños en lugar de pedir milagros que no merezco…

Sueño que cuando llegue el final, podré decir que viví soñando y que mi vida fue un sueño, soñando en una larga y placida noche de la eternidad”

Martin Luther King.

Y creo que todos tenemos sueños, queremos que las cosas sean distintas, esperamos los milagros y por ello nos quedamos pasmados, silenciosos ante las injusticias, indiferentes ante las adversidades y las luchas de los pocos, muy pocos que buscan cambiar las cosas dejando la indiferencia a un lado y arriesgando todo, hasta la libertad y la vida, encontrando la adversidad y sabiendo que en ella se forjan los grandes, los que siempre lucharán por lo que creen, por los que no se dejan, por los que buscan mejores condiciones de vida y de relaciones afectuosas donde todos podamos hacer lo mejor para desarrollarnos y desarrollar el presente y el futuro de nuestro pueblo.

Somos los que no somos indiferentes a la inmensa pobreza y al derroche de unos cuántos aunque sean los que manden o “gobiernen”, no nos importa que sean los poderosos, porque el poder, en verdad, que está en las mayorías y no en las minorías, en los pocos que tienen mucho arrebatando lo que les pertenece a los demás, a los que utilizando el poder solamente utilizan los bienes nacionales y los recursos públicos para hacer sus negocios privados en vez de utilizarles para el buen desarrollo de los demás, para que ellos, los que nada tienen puedan realmente incorporarse a los sistemas de producción y alcancen un justo reparto de la riqueza que, hoy, solamente se lleva una reducida parte de la población.

Leía yo la historia, la pequeña y noble y valiente historia de una niña de catorce años que en Oaxaca se le conoce como la niña mezcalera, la que siendo perseguida por las tragedias familiares, como Juárez, en vez de doblegarse y quedar indiferente ante la tragedia, la enfrenta y busca las salidas y así logra establecer un proyecto de producción de mezcal artesanal y logra que las autoridades la escuchen y entiendan lo que busca hacer para su beneficio y el de su familia y, curiosamente, el Gobernador Gabino Cué se fija en ella y la apoya, el insensible Secretario de Turismo ve la oportunidad de mejorar su imagen deteriorada por la corrupción y la ineficiencia y apoya con recursos para que esa niña y sus sueños se materialicen… ya ven como si es posible, cómo sí se pueden lograr las cosas. Entonces, por qué razón no cambian su postura de indiferentes y se ponen a trabajar en favor de los que nada tienen y todo lo pueden por su esfuerzo, tenacidad y voluntad de salir adelante, de terminar con la pobreza, por alcanzar sus sueños. Eso es lo que debemos hacer todos, alcanzar nuestros sueños, no quedarnos en la indiferencia y en el terror o en el miedo de la acción pensando en que podemos molestar a los poderosos… en verdad que cuando dejamos la indiferencia podemos lograr ser diferentes, alcanzar un nuevo valor familiar, un nuevo estado, un nuevo país…. Dejar la indiferencia es vital para alcanzar nuestros sueños, que no queden en las aspiraciones, sino que se logren las realizaciones, como el de la niña mezcalera de Oaxaca o como el ejemplo de valor y voluntad de un Benito Juárez García… de los que no son indiferentes, de los que logran los cambios para el bien de todos…