Clarobscuro del proceso electoral en Oaxaca

  • Jorge E. Franco Jiménez

Como se vaticinaba, la convención de delegados del Partido de la Revolución Democrática fue agitada, pero concluyó con el resultado previsto, la designación del Lic. José Antonio Estefan Garfias como candidato a gobernador, aprobado ya por Acción Nacional, como partido coaligado, designación que está siendo confrontada por su adversario en la contienda interna, el Senador Benjamín Robles Montoya, que busco a toda costa que el acto no culminara auspiciando actos de desestabilización para que la  decisión final se tomara en la Ciudad de México a través de otra instancia del partido; afortunadamente no lo logró.

Digo que afortunadamente porque Oaxaca necesita un prospecto que impulse desarrollo en la entidad y no el retroceso. Las propuestas del aspirante derrotado no reúnen esa cualidad si se toma en consideración que una de ellas, es dar marcha atrás a la reforma educativa mediante la restauración del desabastecido poder económico y político de la sección XXII del magisterio, proyecto que involucra que lo alcanzado en ese rubro como lo fue la recuperación oficial del manejo de IEEPO y del control oficial de la educación, se pierdan. Esto desde luego sin desconocer que el personaje ha desplegado todo un conjunto de acciones que fuera de la convención de delegados, le permitió construir una sólida plataforma de simpatizantes.

El arrebato y la influencia política del Senador, han provocado el enfrentamiento de los grandes jefes de las tribus, pues simpatizantes, dirigentes, senadores y diputados, se han pronunciado con motivo de esta jornada, como lo comprueban las declaraciones que se han vertido en ambos bandos, incluyendo la de Agustín Basave, Presidente del Partido quien no obstante su trayectoria y personalidad, la imagen de dirigente conque llego al cargo se ha ido desdibujando en esta competencia interna, a pesar de los motivos de justificación que ha aducido para legitimar el proceso; el grupo parlamentario de Diputados del PRD en el Congreso, amenaza con desconocer a Martínez Nery como Coordinador y los Senadores se han pronunciado en favor de Benjamín Robles.

Hemos apreciado en estos procedimientos que en los partidos se sigue usando la simulación para la designación de precandidato a Gobernador. El PRI, el PRD y MORENA, recurren en el sumario interno, el primero y tercero, a una maniobra que crea la apariencia de dos precandidatos, cuando en ambos casos, se ha designado al favorecido y el contendiente sabe que es de paja y oportunamente declina en favor del favorito; los tres partidos recurren a otra maniobra que distorsiona el proceso, la elección en una convención de delegados, cuya mayoría es integrada para favorecer a un candidato, como sucedió  en el PRD.

Es cierto, como lo afirma algún comentarista de radio que los partidos no tienen que ser democráticos en la elección de sus candidatos, que están autorizados para escoger el procedimiento que quieran que esté previsto en sus estatutos. Pero no conlleva a que, siendo instituciones constitucional y legalmente regladas, distorsionen el objetivo de la ley, fingiendo una contienda interna que carece de objeto, cuyo costo es cubierto por la ciudadanía, cuando es la convención de Delegados la que toma la decisión en favor de un candidato único por retiro de los antagonistas que solo sirvieron para cubrir el requisito de dos prospectos para hacerse de los recursos para ello asignados. Esa práctica puede catalogarse como un fraude electoral por complicidad entre dirigencia partidista y los precandidatos de ficcion, que motive la restitución de lo erogado al órgano electoral. Esta maniobra burla la prohibición legal de hacer precampaña cuando se trate de precandidato único equivalente al de unidad.

En el Partido de la Revolución Democrática, todo indica que la disputa fue y seguirá siendo real pues las declaraciones del Senador Benjamín Robles, son una manifestación expresa de ello, misma que los comentaristas locales se estén encargando de desorientar ante la opinión pública invocando al efecto, el pacto de respeto que suscribió en lo que corresponde al resultado de la votación en la convención.

La persona de José Antonio Estefan Garfias es la de un candidato capacitado para integrar un gobierno de coalición, ya que a su favor están, que el problema magisterial se encuentra en el tránsito de la vida vegetativa a la muerte, situación que le facilita un camino menos complejo que el del Gobernador Gabino Cue; ha sido Secretario de Finanzas, de Gobierno, Presidente del Comité Directivo Estatal del Revolucionario Institucional, Delegado del Seguro Social y Diputado Federal, trayectoria que acredita experiencia en el manejo de fuerzas diversas con mano firme, como forma de evitar la fractura que se dio en el gobierno en turno.

En el otro lado Alejandro Murat Hinojosa, representa el ímpetu de un gobernante joven, congruente, generacionalmente con quien dirige el país, cuyo apoyo no admite dudas y deja atrás las elucubraciones que se hicieron en contrario; confirma su vocación de servir porque los que tuvimos la oportunidad de tratarlo con anterioridad, conocemos los antecedentes de su formación personal, consecuencia de la atención de que fue objeto en el seno familiar; lo respalda el Partido Revolucionario Institucional que en estos momentos garantiza una mejor posibilidad de gobierno y administración para Oaxaca, por el conocimiento y práctica que tiene para integrar una administración homogénea que conduzca sin tropiezos el rumbo del Estado.

Como elemento substancial en la elección constitucional, se hará presente la fractura que  al interior están demostrando el Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática, ocasionada por la definición de sus candidatos. La Unidad publicitada en lo que toca al primero, en esta experiencia se está dando en sentido contrario, todo indica que la factura que pagó en la elección de Gobernador pasada, en la que perdió Eviel Pérez Magaña, será cobrada, en los mismos términos a Alejandro Murat; respecto del segundo es innegable que responderá en contra de José Antonio Estefan Garfias. Es posible pensar que respecto de estos dos partidos se dará una compensación en la pérdida de votos, pues los inconformes del PRI le apuestan al candidato del PRD; los de este último lo harán por el del PRI; ambos resentirán una pérdida de votos que quizás se vaya a Morena o a la corriente que escoja el Senador que afirma haber sido despojado de la candidatura.

 Lo que se advierte es una cerrada competencia que, desde su inicio estará plagada de impugnaciones en lo que toca al tope de gastos de la campaña, como causa de nulidad de una elección y en lo que se refiere a los requisitos de elegibilidad para ser gobernador que fijan la Constitución Federal y Local. En conclusión es predecible que sea la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral la que tenga la última palabra que, si bien legitimara una decisión ciudadana expresada en el voto, no tendrá el efecto de satisfacer la voluntad del Pueblo de Oaxaca.

Finalmente estimo que los Oaxaqueños tenemos la oportunidad de orientar el sentido del voto, con vista en la integración de un gobierno que nos aleje en el futuro del simulacro electoral en la pendencia interna de los precandidatos en un partido y los sujete a lineamientos que den legitimidad ante los ojos de partidarios y ciudadanía que no ofenda el sentido común de los Oaxaqueños y brinde la posibilidad de contar con un gobernador comprometido con una superior y diferente forma de dirigir los destinos de esta entidad.

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