Dos visiones de la situación económica

  • Carlos Noé Sánchez Rodríguez

Los medios masivos de comunicación publican todos los días diferentes noticias acerca de los problemas de la sociedad en que vivimos, a veces son noticias optimistas que hablan de que la ciudadanía  en general goza de mejores condiciones de vida, de que hay más y mejores empleos, que mejora los ingresos de las familias, que se resuelven problemas complicados, que los campesinos progresan gracias al apoyo de las instituciones, que disminuyen males que la sociedad tiene, y tratan de dar la idea de que solo es cuestión de tiempo, para que todo lo indeseable por la sociedad desaparezca y se establezca un ambiente con justicia, con bienestar, bonanza, satisfacción y felicidad; sin embargo todo estas voces proviene de los círculos gobernantes cuando realizan una apología de sus administraciones, o de los círculos de algunos adinerados que dan su propia visión de la sociedad.

Otras veces, las menos, los mismos medios de comunicación dan datos, cifras y porcentajes que hablan de otra realidad social que muy poco se parece a la optimista, por ejemplo se pone a  México como uno de los países con los más altos grados de desigualdad social en el mundo, se dan datos donde la pobreza crece, se dan cifras aterradoras del crecimiento de la corrupción de la impunidad y de la violencia, se anuncian altísimos porcentaje de desempleo, y datos muy duros de los bajísimos salarios que se pagan, e incluso se anuncian peores condiciones en un futuro cercano y hasta lejano.

Son precisamente dos visiones de una misma realidad, por raro que parezca, que son diferentes y contradictorias, pero las dos visiones hablan de una misma sociedad y está claro que ambas coexisten y dependen muchas veces desde la perspectiva en que se ven. La optimista, como ya decíamos, es la que revela el estado a través de sus oficinas, dependencias  y organismos públicos y privados; la segunda la propaga las instituciones de investigación, de análisis de estudio y observación. Las primeras se basan en ideas generalizadas y adormecedoras de la realidad, las segundas utiliza métodos científicos cuantitativos, como las estadísticas, las encuestas y estrategias de medición objetivas, por lo que no son simple visión o ideología es en todo caso la realidad estudiada científicamente.

Vemos la actitud optimista de los gobiernos en el mundo, sobre todo de los E.E.U.U., que dicen que luchan por el progreso mundial, pero por otra parte está la Oxfam, que es un organismo internacional formada por 17 organizaciones no gubernamentales nacionales que realizan labores humanitarias en 90 países, su lema es "trabajar con otros para combatir la pobreza y el sufrimiento", dicho organismo nació en Londres en 1942, y México se afilio en 2015. En los datos de sus investigaciones asegura que “desde 2010 la riqueza en manos de la mitad más pobre se redujo en un billón de dólares (38%), en contraparte la fortuna total de 62 personas más ricas del mundo aumento en 500 mil millones de dólares (44%). El Ingreso diario promedio del 10% más pobre aumento menos de un centavo al año, en 2010 eran 88 personas las que tenían una riqueza igual a la mitad de la población mundial y hoy sólo 62 tienen ese record”, como síntesis Oxfam  informa que “1% de la población mundial posee una riqueza igual al 99% restante” (APZ revista Buzos).

Y en México, a cada rato se habla por medio de los políticos que la economía está blindada, que la pobreza alimentaria se reduce, que el desempleo va a la baja gracias a las inversiones extranjeras y que estamos en el camino correcto y que las decisiones en materia de economía se toman con responsabilidad y disciplina, sin embargo se dice muy poco, pero muy poco de tres fenómenos relacionados, la devaluación del peso frente al dólar, la baja de precio del petróleo y la política fiscal que no toca a los grandes empresarios, los tres aspectos traen como consecuencia la reducción del gasto público que ayuda a paliar la pobreza o sea la economía no va a crecer, ni el empleo, ni mucho menos mejorar el salario, ¿por dónde se puede hablar de que vamos bien?

Por su parte en el Estado, se dice en los informes gubernamentales y discursos de los candidatos, que Tlaxcala es ejemplo de desarrollo, progreso y avance, que hay que seguir la misma trayectoria y el mismo camino, y las cifras, otra vez las cifras, dicen que tenemos los peores salarios del país y somos los de mayor desempleo, solo nos ganan dos o tres estados,  el porcentaje de empleo informal es el más alto de todo México, que somos los que menos contribuimos al PIB y por ende somos uno de los estados con menor riqueza, ¿porque los políticos en vez de alabar algo inexistente, no nos dicen científicamente cómo vamos realmente a salir de esta situación?