¡Que conste.. son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

“No hay peor esclavitud que la pobreza”
Debe ser terrible que un grupo familiar, insensible, violento, brutal, logre esclavizar a una jovencita, por dos años, tal como le sucedió a Zund, encadenada del cuello, obligada a trabajar planchando por más de catorce horas, sin recibir alimentos y siendo golpeada y violentada. Ahora, libre, después de muchos días de llanto, sufrimiento, quemaduras, violencia, insultos, explotación, solicita que se le llame Zunduri. Nadie puede entender esa violencia de la familia que de pronto descargaba su miseria humana y la quemaba con la plancha caliente y la mantenía en la esclavitud.
         Leticia Molina Ochoa, dueña del negocio donde mantenía esclavizada a Zunduri, era la más violenta en los maltratos… “me golpeaba con la plancha, con palos, con fierros, con lo primero que tuviera a la mano”, así la jovencita que cumplirá 23 años en unos meses tiene un cuerpo como de una adolecente de 14 años y de acuerdo a los exámenes médicos, se determinó que sus órganos tienen el mismo desgaste que una persona de 81 años.
         La familia responsable de esta acción, brutal, criminal, está detenida acusada de trata de personas por trabajo forzado, seguramente, también se les puede acusar de rapto y de secuestro y de acuerdo a los juzgadores pueden alcanzar penas de 40 años de cárcel… ¿Serán suficientes para pagar la brutalidad en contra de Zunduri? Y, de acuerdo al secretario del trabajo, los acusados pueden acumular penas de 70 años… pero ya sabemos que en cuestiones de justicia, parece que, en este país, impera la injusticia.
         Me pregunto si el presidente y su familia se han preguntado siquiera lo que sucede en la realidad, si han tenido el gesto de saber lo que sucede con este asunto que muestra lo que sucede en todo el país, no es una esclava, son millones los que estamos esclavizados por el desempleo, la miseria, la marginación, la pobreza. Hoy, se espantan de que a esta jovencita la dejaban sin alimentos y sin agua por días, pero la realidad, en todo el país, hay millones de mexicanos y mexicanas que no tienen alimentos ni agua, el agua, hoy robada, gracias a las políticas de privatización de los políticos de la “modernidad”. Será que el presidente podrá entender este grave asunto, será que deje de preocuparse por los modelitos de sus hijas y señora y de sus fracasos y burradas cuando brinda sus discursos confundiendo poblaciones y estados, será que dejará de preocuparse de cómo se ve en la tele, para saber cómo lo vemos los mexicanos, muchos que creímos en él y que ahora nos encontramos desilusionados, porque los del “cambio”, han salido peores que los reaccionarios. Más entreguistas, más ladrones y corruptos, o cuando menos iguales, a los panistas…
         Claro que no es una nota para publicarse en las revistas de la tv y las novelas, no son historias del corazón, sencillitas y cursis, con las que dan el chupón electrónico a los mexicanos y nos hacen pensar que podemos vivir las historias de cenicientas o de cenicientos que, de la nada, pueden llegar a los primeros planos, acompañados de gorrones y familiares, a las visitas de estado y a codearse con reyes y reinas. Gastando y viviendo la vida gracias a los recursos que nos sacan a los mexicanos. Me pregunto si la familia feliz entenderá las razones por la que miles de familias mexicanas no quieren pagar los impuestos, porque nos hemos dado cuenta del derroche, del robo, del mal manejo de los recursos públicos para que, ellos, realicen, con sus socios y sus cómplices, los negocios privados que les enriquecen. Claro, nos hacemos preguntas cuando vemos brutalidades como la de esta chica esclavizada y pensamos en los millones de esclavos mexicanos que, por el hambre y la pobreza, están en idénticas condiciones, así entendemos las luchas de los trabajadores migratorios y de los campesinos que son explotados en los ranchos de políticos y gentes adineradas que gozan de los recursos que roban y no pagan a los que generan el verdadero valor de los productos, con su trabajo y su esfuerzo, y a los que no pagan ni una parte de lo que en verdad vale.
A LO MEJOR, LOS POLÍTICOS NO SE FIJAN EN ESAS PEQUEÑECES, tienen cosas importantes, no saben que miles de mexicanos llegan a las casas y a los negocios solicitando trabajo y que son contratados como lo fuera Zunduri, por 300 pesos a la semana, un poco de pan y un suelo para dormir… me pregunto si se preguntarán, y algún día, se decidan conocer esos campos de pobres y esclavizados que ruegan por una vida mejor y un trato más humano. Espero que volteen a ver la realidad… y les de pena.