¡Que conste,... son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus

      HAY días de esos, de esos en que se van descubriendo muchas cosas que nos resultan raras y además escalofriantes. Hay disciplinas que sobre pasan las razones lógicas y las razones políticas y éticas. La verdad es que no puedo entender la razón por la que los mandos del ejército ocultaron, por meses, los partes y la información en el sentido de que en Iguala, efectivamente habían conocido de los hechos brutales con la que los agentes de la policía y los grupos del narcotráfico organizado que operaba en la zona u operan en la zona, los famosos amapoleros y los marihuaneros, atacaban por instrucciones de los políticos que aparecen como presidente de Iguala y su esposa que actuaba como la jefa de jefas y presidente del DIF y encargada de operar las relaciones públicas y púvicas de la mafia, con los políticos de la entidad, desaparecían forzadamente a  43 estudiante de la escuela normal rural de Ayotzinapa.
         Por esa razón, el mismo presidente acaba de reconocer que hay una crisis de credibilidad y de confianza en el país y que es tan real y peligrosa que se deben adoptar nuevas medidas públicas para evitar mayor deterioro y descrédito en su mandato.
         El Instituto federal de Acceso a la Información (IFAI) “ordenó a la Secretaría de la Defensa Nacional que entregara todo el material que tuviera en sus manos en torno a los hechos ocurridos en las inmediaciones de Igual la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron atacados por elementos policiales y entregados por las autoridades locales al grupo de crimen organizado de Guerreros Unidos”
         Solamente así se van conociendo parte de los partes aparecidos en las bitácoras, donde se explica que los elementos militares conocían de los hechos que estaban ocurriendo y tomaron contacto con los estudiantes en varios puntos, tomándoles fotografías dentro de la Clínica Cristina y por tanto, con dichos partes, se puede “concluir que los militares estuvieron al tanto de lo ocurrido esa noche, aunque no hicieron nada para impedir las acciones policiales ni de los Guerreros Unidos”, en tales condiciones solamente podemos pensar en que existe una complicidad enorme o bien una ineficiencia terrible y en ambos casos los jefes operativos deben ser llevados a juicio. “Esos informes aparecen firmados por el comandante del 27 Batallón de Infantería y eran  emitidos a la Comandancia de la 35 Zona Militar, en Chilpancingo”, en esos mismos reportes se explica por parte de los militares que atendían a los jóvenes que enviaban minuto a minuto sus partes y que “percibieron adecuadamente que el jefe de la SSP de Iguala, el prófugo Felipe Flores,. Mentía al dar reporte de los hechos, aunque no hicieron nada al respecto”. “En los informes de esa noche, los militares también dejaron sentado que las policías Federal y Estatal que estaban enteradas de los hechos, decidieron no intervenir”… qué cosa, seguramente les temían a los delincuentes o estaban y están ligados con los mismos en las transas y corruptelas que se generan en las operaciones del narcotráfico ya que todos sabemos suman cientos de miles de millones de dólares, solamente, en el caso de la heroína, se explica por varias dependencias que, este mercado, suma en los Estados Unidos 17 mil millones de dólares y que por su manejo y producción genera con los grupos de mayor violencia para controlar la producción y trasiego de dichas drogas en el país y en los EU.
         Terrible es el conocer que en la balacera los mismos militares aceptan que estableciendo contacto con los estudiantes en al menos dos puntos, el Hospital General y el Hospital Cristina, revisando la identidad de los heridos y que “al darse cuenta de que se trata de normalistas y no de criminales, se retiraron, según los informes”. Y en otro de los partes se dice: “Los 25 estudiantes localizados en el interior del Hospital Cristina agradecieron al capitán segundo de infantería el apoyo brindando, manifestándole que se retirarían  y que ellos por sus propios medios le brindarían la atención médica a su compañero herido… y, todos nos comenzamos a preguntar si los militares conocían lo que estaba sucediendo por qué no intervinieron para evitar la masacre y la violación de sus derechos humanos, más cuando ellos mismos declaran que se daban cuenta de que el jefe de la policía mentía sobre los hechos y, la razón por la que no dieron a conocer los partes sino hasta cinco meses después por un mandamiento del IFAI, cuando todos sabían de su actuación…. Así, se dejan más dudas y se pierde mayor credibilidad…si para las pendejadas no faltamos ni nos preocupamos….mientras, las masacres continúan.