¡Que conste,...son reflexiones!

  • Sócrates A. Campos Lemus
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Cada inicio de año, hacemos o nos hacemos muchas promesas: vamos a bajar de peso, nos comportaremos mejor en familia y en el trabajo, seremos más prudentes, tolerantes y trabajadores, pondremos más atención en las necesidades de los demás, queremos o ponemos más amor en los nuestros, dedicaremos tiempo al ejercicio, platicaremos más con los amigos y los escucharemos más, en fin, promesas y buenos deseos son los que invaden un nuevo día del nuevo año. Y que bueno que es así, tal vez no cumpliremos muchos, nos quedaremos cortos, pero hay algo que nos motiva a ser diferentes cada nuevo año y nos obliga a dejar lo viejo, a tirar lo que no sirve o cuando menos a realizar una autocrítica para ver lo que hemos puesto de más o mal en nuestras vidas, y hacer un recorrido por lo que hemos realizado es bueno porque nos permite, cuando menos, ver lo que debemos hacer para mejorar.
         No son pocos los que se afligen desde hoy por las pésimas condiciones que tendrán sus vidas al no poder garantizar ni su salario ni su empleo, estarán en la “cuerda floja” y sujetos a que los tiempos y las circunstancias les sean o no favorables y les permitan seguir siendo o estando como van, sin más, esperando los chingadazos de la vida. Otros, solamente se van lamentando y llenando de rencores y maldades pero no se atreven a hacer nada por buscar algún cambio personal o aliarse con otros para garantizar, cuando menos, la fuerza de una protesta; los invade el temor y el terror, la desilusión, alegan que de nada sirve hacer algo porque finalmente los hombres del poder hacen lo que se les pega la gana y con este argumento se justifican en su temor y cobardía y en su falta de acción, así se van formando las pequeñas grandes dictaduras que nos imponen todo cuando estamos en silencio y acobardados y no decimos nada por temor a que nos hagan algo y que tengamos que sufrir las consecuencias de nuestra conciencia y los actos que debemos hacer o realizar, cuando menos, para no permitir los excesos y los abusos de los que gobiernan. A lo mejor no sirve de mucho protestar, es cierto, pero cuando menos, vamos aumentando la presión y no dejamos que todas las imposiciones se hagan sin presión en contra y que dejemos que nos aplasten y sometan en contra de nuestra voluntad y de nuestros intereses. El que no sabe defender su libertad que se quede donde está, pero que no llore como infeliz lo que no ha sabido defender como ser humano libre y valiente.
         Solamente tenemos una vida y por supuesto que hay varias oportunidades para hacer cambios en ella y alcanzar la felicidad y la dulzura, enfrentar los tropiezos que nos van forjando y superar la tristeza para hacernos más humanos y lograr mayores esperanzas para buscar y luchar por la felicidad, nuestro derecho, el que nadie nos puede arrebatar.
         No hay duda de que debemos “ponernos en los zapatos de los demás” y sentir que lo que sufren o les falta es lo mismo que sufrimos o nos falta a todos y entonces, podemos aprender lo que es la solidaridad y luchar por los mismos objetivos sabiendo de que no importa que algunos reciban migajas cuando los demás luchan por el pan de vida, el pan de todos. No es necesario pues que para ser feliz tengamos lo mejor de cada cosa, sino el tomar lo mejor de las cosas que aparecen en nuestro largo caminar. Hay que entender que la felicidad no es siempre amable, también se llora y duele, pero hay que buscar, porque solamente en los tropiezos y su superación alcanzamos los objetivos de vida cuando apreciamos la importancia de los demás y cuando los sentimos de corazón. “La vida comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima”.
         Así que para avanzar y buscar el futuro, debemos buscar en el pasado, pero dejando a un lado o deshaciendo los fracasos del pasado y los dolores del corazón, el que no deja lo viejo, no puede saborear lo nuevo. Por eso, siempre, hay que recordar lo que dice Marcos: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.... QUE TENGAN UN GRAN 2014.
         YA SE ENCUENTRA DISPONIBLE EL SEGUNDO TOMO DE LA OBRA DE JOSÉ GARCÍA SÁNCHEZ Y DE SÓCRATES CAMPOS DEL “68 VISTO A LOS 68”: “LA DICTADURA DE LA MEMORIA: EL PODER DE LOS INDIGNADOS”, solicítela al tel: 9511709602 o al correo [email protected], su precio es de 150 pesos y las utilidades son destinadas a la Fundación Aurobics: DE CORAZÓN A CORAZÓN, en apoyo de los familiares y niños con cáncer del Hospital civil de Oaxaca.