Nací en una familia humilde, siendo la sexta de siete hermanos, mis padres trabajaban todo el día de sol a sol para sacarnos adelante, desde pequeña me percaté que me costaba mayor trabajo las actividades relacionadas con la lectura y escritura, pero no le tomé importancia, sabía que debía esforzarme y aprovechar la oportunidad de educación que mis padres me brindaban con tanto esfuerzo.

Al desarrollarme como estudiante, las dificultades persistían, lo que hizo que me volviera autodidacta, haciendo uso de la comprensión más que de la memorización, a través de ilustraciones y mapas mentales que con el tiempo me hicieron destacar como enfermera en el ámbito laboral. Ya en mi vida adulta y al estar trabajando en el sector salud, por fin tuve una respuesta a todo lo que me ocurría, me diagnosticaron dislexia, que es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, las personas que tenemos dislexia aprendemos a desarrollar estrategias de compensación y otras habilidades para lidiar con las dificultades a las que nos enfrentamos a diario.

Al día de hoy, la dislexia me acompaña y me acompañará de por vida, invierto mucho más tiempo que los demás para comprender un texto, reviso numerosas veces los documentos extensos, utilizo herramientas didácticas para no perder la continuidad de una lectura, hago el doble de esfuerzo para no confundir las palabras y evitar escribirlas o pronunciarlas al revés, para mí izquierda y derecha es lo mismo, por lo que siempre utilizo una pulsera roja en mi muñeca de la mano derecha. Actualmente leo con regularidad, acudo a clases una vez por semana y los errores, son cada vez menos, pero esto se complicó hace unos meses con un problema de visión a causa de unos golpes que recibí en la cara, especialmente en el ojo izquierdo, que me ha ido provocando episodios de vista nublada, puntos oscuros y sensibilidad a la luz, necesito tratarme, pero ya quedan pocos días para concluir mi periodo como legisladora y deseo terminar sin contratiempos.

Sin duda, tener dislexia ha sido un gran reto en mi vida, que no deja de ser agotador y estresante, pero que a su vez, me ha permitido desarrollar otros sentidos aún más e ir compensando mis limitaciones, comprendí que aunque me lleve más tiempo y lo haga diferente a los demás, puedo lograr lo que me propongo.

Superé depresiones, violencia familiar, presión social al convertirme en madre soltera en un entorno machista, comentarios discriminatorios con respecto a la dislexia, violencia política al incursionar en la misma, pero nada de esto me ha doblegado.

Al llegar a ser legisladora, por supuesto que dimensioné la gran responsabilidad que asumí y supe que esta era una gran oportunidad de servir, por lo que me empeñé en realizar acciones e iniciativas legislativas en defensa de los derechos de las mujeres oaxaqueñas, presentando; varias propuestas de reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia de Género, la primera es una de las más importantes, se trata de un instrumento de ayuda para la localización de mujeres desaparecidas que están en alto riesgo de sufrir algún tipo de violencia, en especial la violencia feminicida, llamada Alerta Rosa, dicha herramienta fue aprobada el año pasado y permite iniciar la búsqueda desde las primeras 12 y 24 horas según sea el caso, estableciendo cooperación entre autoridades, sector privado, medios de comunicación y sociedad civil a través de la difusión masiva que ayude a dar con la ubicación de la mujeres desaparecidas. La segunda es la elaboración de una base de datos oficial, en la que se registren las desapariciones y actos de violencia contra la mujer, la cual permitiría darle visibilidad a cada caso y diseñar las políticas públicas con base en la realidad; otra iniciativa que presenté es con respecto a la creación de un Observatorio Ciudadano en Contra de la Violencia de Género.

En cuanto a las reformas al Código Penal propuse modificaciones al tipo penal de feminicidio para que se considerara una descripción más amplia e incluyera la reparación del daño a hijos que queden en la orfandad y castigo a funcionarios que incurran en negligencias que permita la impunidad de los feminicidas. También propuse se que castigara penalmente el acto de compartir o divulgar videos o fotografías íntimas de una mujer sin su consentimiento, la violencia obstétrica e imponer penas a quien ejecute o conscienta un matrimonio infantil, por último celebro la aprobación de la reforma que propuse para considerar al acoso sexual en espacios públicos como un delito.

Exhorté para que se emitiera la Alerta de Género en nuestro Estado, pedí que se realizara la instalación a la brevedad de refugios para mujeres que han sido víctimas de Violencia de Género y los consejos municipales para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género Contra las Mujeres, insté a que se emprendieran campañas y acciones para la prevención del abuso sexual infantil, así también para que se implementaran mecanismos efectivos encaminados a prevenir la violencia política contra las mujeres y para que se velara por el respeto a los derechos humanos de las mujeres reclusas en Tanivet.

Entre otras reformas; propuse la eliminación de la Tenencia, el establecimiento de licencias de conducir permanentes, una reforma a la constitución local que dicte el derecho a al buen gobierno, la creación de escuelas en lenguaje de señas, una ley de coordinación para el desarrollo metropolitano, reformas a la ley Estatal de salud para la atención de urgencias obstétricas, una reforma para la atención obligatoria de víctimas en orfandad por feminicidio, una base de datos de víctimas secundarias de feminicidios y homicidios, el establecimiento de contralorías municipales y la nueva ley de entrega recepción de los recursos y bienes del Estado, estas tres últimas también fueron aprobadas. Sólo por mencionar las más relevantes.

En lo social con respecto a la defensa de los derechos de las mujeres; actualmente me encuentro colaborando con una Asociación Civil que brinda acompañamiento y apoyo a mujeres que sufrieron abuso sexual infantil, violencia familiar u otros tipos de violencia de género.

Quiero decirles que puedo verlos a los ojos con mucho orgullo porque nunca defraudé la confianza que en mí depositaron, eso sí me daría vergüenza. Mi trabajo legislativo y social hablan por sí solos.

Creo que la dislexia y por ahora mis problemas de visión, no me hace acreedora a calificativos como “perra malnacida”, “burra”, “puta”, “ridícula”, “desgraciada”, “gata”, “malparida”, “tenía que ser mujer”, “porque no te mueres”. Esto nos da una pequeña idea del nivel de violencia, intolerancia y discriminación en el que estamos inmersos todos, nos hace falta recordar las terribles cifras de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación (ENADIS) que nos revela que al menos 1 de cada 5 mexicanos sufren discriminación. Esa “necesidad” de catalogar a las personas para sentirnos superiores, nos ha hecho mucho daño como sociedad, no lo hagan.

Entiendo que muchos no sabían los retos a los que me enfrento, pero uno no va por la vida con un letrero en la cabeza anunciando lo que tenemos, pero pienso que siempre estará la opción de preguntar. Y me da gusto que ahora ya lo sepan.

Afortunadamente tengo el apoyo de mi familia y un carácter forjado a punta de golpes de la vida y esta maravillosa oportunidad de representar su voz, que me permite hablar de aquello que nos aqueja como sociedad.

Agradezco a mis compañeros legisladores su comprensión, a quienes les expresé mi limitantes y decidieron apoyarme. Y si alguna vez se sorprenden haciendo un juicio de valor o teniendo un pensamiento negativo hacia una persona, sin querer o con pleno conocimiento, recuerden que todos nos encontramos librando batallas internas de las que nadie esta absuelto.

No olviden que la moneda siempre tiene dos caras. ¡Sean felices!

Su amiga Neli Espinosa.