Huajuapan de león, Oaxaca.-  San Jerónimo silacayoapilla, comunidad situada a 11 kilómetros de Huajuapan, históricamente se ha distinguido por su alfarería en el que la mayoría de las familias, principalmente la mujeres,  se dedicaban a la elaboración de  utensilios domésticos, como molcajetes, cazuelas, ollas, entre otros productos, mientras los varones producían las tejas y ladrillos.

Con el paso de los años y la introducción de otros materiales como el plástico en los utensilios domésticos, el mercado de la alfarería se ha ido extinguiendo, lo que ha provocado que muchas familias hayan abandonado el oficio para dedicarse a las actividades del campo o bien, a falta de empleo en la comunidad, se ven obligados a emigrar, explica la artesana Aidé Ramírez Cedillo.

En los anales de la historia de San Jerónimo Silacayoapilla, existen registros que en 1898  existían dos alfarerías que cubrían la demanda de la cabecera municipal y que en los postreros años, los utensilios se distribuían a toda la región, siendo estos transportados a lomo de burros.

Ramírez Cedillo, reconocida por sus obras de barro bruñido, y que ha han sido exhibidas en salas y galerías nacionales e internacionales, originaria de  San Jerónimo Silacayoapilla, lamentó que esta actividad propia de los antiguos mixtecos y que por muchos años fue fuente de empleo de sus habitantes, ahora  solo se cuenten con los dedos, pues dijo que solo son alrededor de cinco personas, quienes se aferran a no dejar morir la alfarería.

Dijo que con su experiencia, tiene la idea de rescatar esa actividad en la comunidad, ya que le duele que las pocas personas que aún se dedican a trabajar el barro, sean explotadas y engañadas, al no pagarle el precio justo por el producto y en muchas ocasiones, ni siquiera figura el nombre de quienes las elaboran.

Es por eso que buscará revivir  la alfarería, fomentando  y capacitando a los artesanos con nuevas visiones de negocio para que se les pague el precio justo de sus piezas, y “que no solo hagan ollas o macetas”, sino otras piezas que les resulten mejor remuneradas, pues aseguró que la técnica ya la tienen los artesanos, solo ampliarles su visión.

Mencionó al maestro Agustín López, un artesano de la comunidad, quien dijo, es la persona con amplia experiencia en la alfarería, pues conoce la técnica de los óxidos y el manejo de hornos de altas temperaturas, de quien puede apoyarse para que en forma conjunta se brinde capacitación a los artesanos de la comunidad.

Refirió que a las autoridades municipales, les resulta más importante pavimentar calles que fomentar la creación de fuentes de empleo en la comunidad, y sin apoyos, los artesanos no pueden trascender fronteras.