Los maestros disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores (CNTE) mantienen una resistencia total contra la evaluación académica y la reforma educativa, con paros, marchas y bloqueos, a pesar que 6 de cada diez mexicanos están en contra de su movimiento en las calles.

Una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), levantada en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, bastiones de los profesores disidentes, revela que todavía 35% de la gente está de acuerdo con sus acciones, que afectan la educación de cientos de miles de estudiantes.

Los maestros de la CNTE se niegan a que sus capacidades como educadores sean evaluadas por organismos que ellos no controlen, a pesar de que 66% de los mexicanos piensa que examinar a los docentes es importante, lo que no piensa 31%.

Para 74% de 1,200 ciudadanos entrevistados telefónicamente en los cuatro estados, es hora de que el gobierno haga cumplir la ley a los maestros de la coordinadora que rechazan la evaluación. Sólo 11 de cada cien personas creen que las autoridades no deben intervenir en el asunto.

Sobre qué tan importantes son los contingentes de los inconformes con la reforma, la mitad de la sociedad de los cuatro estados cree que los disidentes son minoría, pero 4 de cada diez piensan que son mayoría en las huestes del magisterio de esas localidades.

 Gabinete (www.gabinete.mx) encontró que buena parte de la sociedad chiapaneca, oaxaqueña, michoacana y guerrerense es opuesta a la idea de la CNTE de echar abajo la reforma.

 54 de cada cien entrevistados por GCE afirmaron que están algo o muy de acuerdo con la reforma educativa, mientras que 37 manifestaron que están poco conformes con los cambios o nada.