“Oaxaca vive una desesperanza terrible, luego de miserablemente 3 años de que el Gobierno del Cambio se instalara en la entidad” sostuvo el dirigente del Partido Comunista de México, Gustavo Adolfo López Ortega.

En conferencia de prensa señaló que su organismo ya no cree ni tiene confianza en los cambios democráticos, pues estos solo han decepcionado a la población y a quienes creyeron que ellos representaban la verdadera democratización.

“…No creemos en la alternancia y en la transición democrática, pues este país perdió 12 años con la derecha y miserablemente 3 años, ya se han invertido en una esperanza de terminar con 80 años de autoritarismo y miren en lo que estamos”.

Señaló que Oaxaca se encuentra en una contracción económica del 3.5 por ciento, y esto se refleja en las cifras que se han presentado en el último trimestre del año, es decir abril, mayo y junio. Mientras que se observa un sub ejercicio cotidiano de los recursos Federales.

En resumen, dijo “Oaxaca está viviendo una desesperanza terrible, pues las expectativas de crecimiento y estabilidad política se han visto totalmente frustradas”. Por ello hoy es momento de que la izquierda se refunde.

Destacó que al no presentarse los impactos que requieren, están convocando a un movimiento con fundamentos, y es que, no se puede salir a las calles a destruir el patrimonio de los oaxaqueños, por ello hizo un llamado al magisterio a conducirse de la manera correcta.

Indicó en este mismo sentido, los comunistas tenemos un gran reto pues tenemos que esclarecer la verdad, por lo tanto exigieron se inicie con una revolución pues esta es la única salida que se tiene, pero no con armas sino con intelectualidad.

Desafortunadamente “…hoy todo esta acomodado a modo, no obedece al interés nacional sino más bien a los intereses del país vecino que está apostando a que se desate la tercera guerra mundial”.

Por ello en el país se están dando las grandes transformaciones que solo estarán beneficiando al país vecino y es que la Reforma Energética es en beneficio de las empresas trasnacionales y no para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.