Alarmante la dependencia alimentaria de México

e-consulta
En México, la compra de alimentos básicos del exterior es de 45 por ciento de lo que se consume.

La dependencia alimentaria de México “ha aumentado de manera alarmante” derivada del abandono al campo, la insuficiente producción nacional, y que el mercado lo concentran las grandes empresas, que han desplazado a las unidades familiares no rentables para la banca, informó la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Cámara de Diputados.

Según una nota del periódico La Jornada, en un reporte para analizar el informe de la Cuenta Pública 2012, la cual fue entregada en febrero por la Auditoría Superior de la Federación, la UEC explicó que de manera paralela se incrementó la pobreza en el medio rural, han caído las remesas de los mexicanos en el extranjero y que el campo aporta una escasa generación de empleos al producto interno bruto.

Los efectos que la UEC identificó sobre el estado en que se encuentra el campo mexicano, pese a que en 2012 el presupuesto para ese sector fue de 305 mil 975 millones, son los siguientes:

Desarticulación de la agricultura con la industria, mala calidad y bajo rendimiento de la tierra, por erosión y degradación de los suelos, baja productividad en algunos cultivos, bajos niveles de capitalización física y humana, caída drástica en la inversión pública, carencia de infraestructura y tecnología, y falta de créditos.

Asimismo, migración, incidencia del narcotráfico en los patrones de cultivo y posesión de las propiedades agropecuarias, así como la escalada de violencia e inseguridad, pobreza extrema, bajos niveles educativos, carencia de servicios públicos, mala nutrición, falta de oportunidades escolares y laborales para los jóvenes, y trato discriminatorio y violencia hacia las mujeres, no sólo en el ámbito familiar sino comunitario.

También refirió que la importación de alimentos básicos está por encima de lo que recomienda la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que es de 25 por ciento. En México, la compra de alimentos básicos del exterior es de 45 por ciento de lo que se consume.

En las importaciones de productos agropecuarios la UEC informó que éstas han crecido notablemente, casi cinco veces, al pasar de 2 mil 726.7 millones de dólares en 1993, en el sexenio de Carlos Salinas, a 13 mil 231.4 millones de dólares en 2012, el último año de Felipe Calderón.

“Los casos del maíz y el frijol son preocupantes, ya que el valor de las importaciones creció 43 y 52 veces, respectivamente, en el mismo periodo, y el del arroz se elevó más de cinco veces; el de la soya, casi cuatro, y el del trigo, más de seis. La dependencia alimentaria en todos estos productos aumentó significativamente”, detalló.

A esto se agrega que las divisas provenientes de las exportaciones “han sido insuficientes para financiar las compras de productos agropecuarios” que permitan complementar la insuficiente producción interna y garantizar el abasto del mercado nacional.

El abandono del campo también se refleja en la creciente pobreza de sus habitantes, indicó.

La UEC refirió que los incrementos en los precios de los alimentos avivaron la pobreza alimentaria y esto generó “erosiones en la seguridad alimentaria”, porque se deterioró el poder adquisitivo de los ingresos.

“La población vulnerable por ingresos, que no tiene carencias sociales, pero su ingreso es inferior a la línea de bienestar, aumentó de 6.7 millones de personas en 2010, a 7.2 millones en 2012”, informó.

Al final del sexenio de Calderón, otros 27.4 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria, definición que El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) utiliza para explicar que las personas no cuentan con comida suficiente para una vida activa y sana; de ese universo, 16 millones sufrieron inseguridad alimentaria y 11.4 millones inseguridad alimentaria severa.

México requiere invertir para frenar cambio climático

De no combatir el cambio climático, en 30 años México enfrentará un escenario apocalíptico: desbasto de agua y alimentos, sequías en la mayor parte del territorio, inundaciones, epidemias de enfermedades como dengue, muerte de ganado y riesgos en la sustentabilidad energética.

Un informe elaborado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático en 2012 y enviado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) analiza los peligros de no combatir el calentamiento global en las 32 entidades del país y vaticina un futuro desolador.

De acuerdo con el documento de más de 500 cuartillas entregado ante la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático, serían necesarios 76 mil 500 millones de dólares de inversión en los próximos 50 años para reducir sus efectos.

Según otra nota del diario 24 Horas, las proyecciones del INECC coinciden con el informe presentado la semana pasada por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (un colectivo de científicos que labora bajo el auspicio de Naciones Unidas), en el que calificó como “abrumador, generalizado e irreversible” el impacto del calentamiento global.

El reporte que se presenta cada seis años es producido por cientos de investigadores de 70 países y está basado en más de 12 mil estudios científicos, busca sentar las bases científicas de cara a la negociación de un acuerdo para 2015 que sustituya al protocolo de Kioto, el cual fue firmado y ratificado por México.

En este marco, el informe del INECC enviado a la ONU pronostica que en las próximas tres décadas, el país enfrentará un desequilibrio hídrico, según las condiciones geográficas del país, habrá desabasto de agua o inundaciones y el agua disponible para uso humano será casi nula, la contaminación alcanzará casi al total de las cuencas hídricas.

Un 55% de la población no tendrá acceso a recursos hídricos en las grandes ciudades, por sus condiciones geográficas. Según el diagnóstico, los más afectados serían el Distrito Federal, Monterrey, Xalapa, Tuxtla Gutiérrez y Guadalajara.

El exceso de lluvia se acrecentará en la región sur del país y los estados cercanos al Golfo de México. Al menos 21% de la población estará en riesgo de perder su patrimonio, disminuir su calidad de vida debido a la pérdida de servicios de comunicaciones derivados de inundaciones o desgajamientos de cerros.

Las entidades consideradas con alto riesgo de padecer desastres naturales asociados a inundaciones son Tabasco y Chipas.

En Veracruz y Tamaulipas, derivado del cambio climático, la combinación de ciclones tropicales con “nortes” generarán fenómenos climáticos devastadores similares a Manuel, el cual arrasó con el estado de Guerrero en septiembre de 2013.

Las consecuencias del calentamiento global harían que las sequías se prolonguen más al correr de las décadas y afecten no sólo a estados del norte de la República, sino que además lleguen hasta el centro, con la probabilidad de que incidan en la producción de alimentos.

En las 21 millones de hectáreas distribuidas en todo el país y utilizadas para la producción agrícola existe el riesgo de que los cultivos se vean amenazados por “la intensificación del cambio climático y por un aumento en la variabilidad climática”.

Los cultivos más afectados serían los que le dan sustentabilidad alimenticia y económica a algunas regiones del país. De acuerdo con el estudio, la sequía disminuiría de forma considerable la producción de maíz, fríjol, aguacate y café.

El efecto en la producción de maíz y otros cultivos traería “consecuencias negativas en la seguridad alimentaria, así que es fundamental identificar un portafolio de medidas de adaptación al cambio climático” para evitar el desabasto de maíz, frijol y aguacate tanto para autoconsumo como exportación.

Aunado al aumento en la mortandad de ganado a consecuencia de las sequías o inundaciones, el país enfrentaría escasez de animales utilizados para producir alimentos a causa de la infertilidad que generaría su exposición al cambio climático.

Según el estudio entregado a la ONU, el problema del ganado es considerado de gravedad, pues en los años futuros, el estrés por calor disminuirá en 91% la fertilidad en las vacas, lo cual tendrá un efecto de escasez en lácteos y cárnicos en el país.

El calentamiento global, alerta el estudio, podría generar una epidemia de dengue en el país: “la tendencia de la población a congregarse en grandes núcleos urbanos puede provocar que brotes de algunas enfermedades lleguen a ser epidemias. Un caso que se ha venido manifestando de forma importante es el dengue”.

Otros de los problemas de salud pública estarán relacionados con el aumento de las temperaturas en la mayoría de las entidades. Las “ondas de calor” serán cada año más frecuentes y ciudades como Mexicali, Hermosillo o Mérida podrían alcanzar temperaturas consideradas de “peligro extremo”.

Actualmente existen 152 proyectos en las 32 entidades de la República para mitigar el cambio climático, de los cuales, 102 están en proceso de recibir financiamiento, sin embargo, hacen falta 76 mil millones de dólares para hacer frente al calentamiento global.